El Coto Córdoba CB se ahoga ante el vendaval del Cáceres y pierde su imbatibilidad en casa
El Palacio Municipal de Deportes de Vista Alegre dejó de ser inexpugnable. Tras un inmaculado arranque de temporada, esta semana ha resultado fatídica para los intereses del Coto Córdoba CB, que tras ceder su primer partido hace justo siete díaz, ahora ha hincado la rodilla por primera vez ante su afición en el último partido del año en casa, cerrando el 2025 en Vista Alegre con una mañana de domingo para el olvido. En una jornada marcada por la solidaridad -con la recogida de juguetes para los niños del Reina Sofía-, el conjunto blanquiverde se encontró con un Grinch vestido de verde y negro: un Cáceres Patrimonio de la Humanidad que, a base de triples y solidez defensiva, asaltó el feudo califal con un contundente 62-87.
El arranque del partido ya presagiaba tormenta. Pese a los intentos iniciales del Coto por marcar territorio (6-5), el Cáceres exhibió una continuidad ofensiva letal. La figura de Lafuente emergió como una pesadilla para la defensa de Gonzalo Rodríguez. El base visitante, en estado de gracia, encadenó una serie inmaculada desde el perímetro (4/4 en triples en el primer cuarto) que rompió el partido en un abrir y cerrar de ojos. Del equilibrio se pasó al 11-21, obligando a los locales a remar contracorriente desde primer moemnto. Pese al chaparrón, una pequeña reacción final liderada por la vuelta de Kevin Schutte y el empuje de JaMonta Black permitió maquillar el primer acto (22-26).
Sin embargo, el segundo cuarto confirmó los peores presagios. La defensa cacereña subió su intensidad y el Coto Córdoba se quedó a oscuras. El equipo local se mostró inoperante cerca del aro, firmando un inusual desacierto en el tiro de dos (apenas un 20% al descanso) que les impidió competir el ritmo del partido. Cáceres, por su parte, supo mutar su juego: cuando los triples dejaron de entrar con tanta facilidad, buscaron las cosquillas en la media distancia y desde la línea de personal. Con un parcial de 7-13 en este periodo, el Coto se marchó a vestuarios diez abajo (29-39) y con la sensación de haber perdido el norte.
Se esperaba una reacción tras el paso por vestuarios, pero la realidad fue un jarro de agua fría. El Coto Córdoba intentó aferrarse al partido mediante el talento individual de Fernando Bello, que con 17 puntos fue el único que pareció encontrar grietas en la muralla extremeña. El escolta anotó dos triples consecutivos para intentar reducir la brecha (37-43), pero la respuesta del Cáceres fue demoledora. Leveque se hizo gigante en la zona y un Lance-Amir Paul magistral en la dirección de juego encontró siempre los espacios, mientras Palazuelos castigó desde fuera para devolver la ventaja a los dobles dígitos rápidamente. El Coto, espeso, lento y sin circulación de balón, veía cómo el tercer cuarto se cerraba con un 49-63 que ponía el partido muy cuesta arriba.
El último asalto fue la sentencia definitiva. Lejos de la épica, el Coto Córdoba se quedó definitivamente sin ideas ante un rival al que le salía todo. Lafuente volvió a aparecer para clavar la daga final desde el perímetro -acabó con 5 de 6 en triples- y elevar la renta por encima de los veinte puntos (54-76). El equipo cordobés, frustrado y superado, no bajó los brazos en los minutos finales, pero no logró resarcirse y el desenlace se convirtió en poco más que un trámite doloroso hasta el definitivo 62-87.
Con este resultado, el Coto Córdoba CB ve frenada en seco su euforia. Esta derrota no solo supone el fin de la imbatibilidad en Vista Alegre, sino que aprieta considerablemente la zona alta de la clasificación. Mientras que el Cáceres consigue un triunfo de prestigio que le permite despegarse de la zona peligrosa y mirar hacia arriba, el cuadro califal ve cómo sus inmediatos perseguidores, Biele ISB y Clínica Ponferrada SDP, pueden recortar distancias e igualar a los califas en una liga que no perdona la relajación. Toca hacer borrón y cuenta nueva para recuperar la esencia de un equipo que, hasta esta semana negra, parecía invencible.
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