Mezcla de sabores en la vuelta a casa
Volver a casa siempre es síntoma de alegría y más con tus fieles esperándote en su asiento. La pretemporada sirve para coger las mejores condiciones físicas de cara al inicio liguero, aunque lo mental también es muy importante en las disciplinas deportivas. Tras una temporada donde no ha podido disfrutar de su afición en las gradas del Palacio Municipal de los Deportes de Vista Alegre, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad retornaba a su pista predilecta con la sensación de que nada había cambiado. Los colores, la categoría y el balón seguía siendo el mismo, aunque ahora el objetivo podría incrementarse con el paso de las jornadas. Aun así, todavía queda tiempo para que esto pueda llegar a suceder y los chicos dirigidos por Josan González tienen puesta la cabeza única y exclusivamente en un tramo de preparación donde le tocaba medirse ante un combinado vietnamita que salió a la pista con una intensidad que sorprendió a los blanquiverdes en los compases iniciales de la contienda.
La selección de Vietnam, en plena preparación para el próximo campeonato mundial celebrado en Lituania, no quería irse vacío de Vista Alegre y salió a la pista con ganas de ponerse por delante, como así fue. El combinado dirigido por Pham Minh Giang dominó en los primeros compases del encuentro a unos blanquiverdes que vieron como Tri conectaba una volea dentro del área, haciendo imposible la estirada de Prieto y subiendo el primero al electrónico del feudo califal. Tras ver este intenso inicio, los pupilos de Josan González despertaron a través de las rápidas rotaciones, sin dejar respirar a los visitantes. De hecho, el guardameta Anh tuvo que emplearse a fondo después de unos tiros de Ricardo y Joaqui que despertaron a los locales antes de llegar al ecuador de la primera mitad.
Aun así, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad intentaba no desgastar mucho a unos jugadores que al día siguiente jugaban las semifinales de la Copa de Andalucía e incluso, si vencían esta eliminatoria, la final de este torneo autonómico el mismo domingo. Sin embargo, la intensidad impuesta por la selección de Vietnam en los primeros compases contagió a unos blanquiverdes que gozaron de los mejores minutos de la primera mitad merced a un Joaqui que sobresalió por medio de su chispa y valentía. De hecho, una jugada del joven canterano fue aprovechada por un Zequi que se deshizo de hasta dos jugadores y cuando todo parecía que el primero de los califas iba a subir al marcador, la vaselina del gaditano fue despejada en la misma línea de gol por la zaga vietnamita. Con este acercamiento peligroso, ambos conjuntos se fueron al paso por vestuarios con el objetivo de mantener el resultado para unos, mientras que otros intentaban resarcirse de ese mal inicio.
La vuelta a la pista cambió totalmente la tónica del encuentro. El Córdoba Patrimonio de la Humanidad impuso otra marcha más a la contienda y esto hizo que la defensa vietnamita comenzase a tener sus primeras dudas. Tanto es así que, en un contragolpe rápido comandado por Miguelín, Ricardo marcó a placer el primer tanto de los blanquiverdes y subió la igualada al luminoso de Vista Alegre. Esta sucesión de acciones positivas fue aprovechada por unos chicos dirigidos por Josan González que seguían incomodando al arquero Van Y a lo largo del segundo periodo. Aun así, la selección de Vietnam no dejaba de intentarlo e intentaba zafarse de una presión califa que era asfixiante. De hecho, Ismael y Zequi tuvieron el segundo de las botas, pero se hizo realidad gracias a la buena intervención del arquero visitante.
Tras una primera mitad donde no estuvieron cómodos sobre la pista, los blanquiverdes ya comenzaron a desplegar su juego característico basado en la intensidad y en la rapidez. Gracias a este estilo de juego, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad se puso por delante en el electrónico merced al buen tanto de un Zequi que regateó con comodidad al arquero visitante. Sin embargo, la respuesta por parte de la selección de Vietnam fue inmediata y, tras apostar por el portero jugador a falta de cuatro minutos para el final del choque, Van Vu consiguió hacerse un hueco y puso el balón a la escuadra de la portería defendida por Cristian Ramos. Este tanto fue como un auténtico jarro de agua fría para unos califas que estuvieron a punto de ponerse por delante por medio de Ismael y Miguelín, pero que no evitaron el empate final y que la contienda se decidiera en la pena máxima.
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