El Córdoba Patrimonio cae con la cabeza alta ante el poderoso Peñíscola

Duelo vibrante el que se ha vivido este sábado en Vista Alegre. Un choque de tú a tú. De intercambio de fuerzas constante y en el que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, una vez más, demostró que la clasificación solo refleja un número, y no tanto un estado de ánimo. Los de Ema Santoro compitieron de principio a fin frente al Peñíscola, uno de los favoritos al título, aunque acabaron muriendo en la orilla.
Los primeros compases del partido fueron igualados, conscientes unos del nivel de su adversario, al tiempo que los otros sabían la buena racha activa de su rival. Con todo, a los dos minutos, Peñíscola ya evidenció ese potencial, ya que el argentino Luciano Gauna se sacó de la chistera un certero disparo lejano ante el que nada pudo hacer Víctor. Mazazo para empezar. Y el golpe no se quedó ahí, pues más cuesta arriba se puso el partido tan solo dos minutos después. En otra acción ensayada, y tras un primer golpeo de Pablo Muñoz, este jugador impactó de nuevo en el rechace, y ahora sí, el esférico se fue hacia el fondo de las mallas después de que lo desviase tímidamente Diego Sancho. 0-2 en apenas cuatro minutos y una sensación de dominio total de los visitantes, lo cual obligó a Ema Santoro a pedir tiempo muerto.
Tras la pequeña pausa y las directrices del técnico, la reacción sí que fue prácticamente inmediata. El Córdoba Patrimonio quiso dar un paso adelante y Murilo, tras un saque de esquina y prácticamente sin ángulo, batió a Gio con un certero remate. El tanto dio hambre y ganas a los blanquiverdes, que a punto estuvieron de hacer el segundo en la siguiente acción, aunque el remate del canterano Aranda se topó con el larguero.
Vista Alegre se venía arriba con el cambio de cara de los suyos, que apretaban en primera línea sobre un cuadro valenciano al que ahora le costaba mucho sacar el balón de su campo. Al mismo tiempo, el plan de los blanquiverdes pasaba por completar ataques rápidos con el ojo puesto claramente en la portería rival.

La mejora llegó precisamente de una mayor intensidad defensiva, que provocó numerosos errores forzados en los valencianos, aunque también hizo que llegaran problemas con las faltas. Así, mediado el primer periodo, los blanquiverdes ya estaban en bonus. Eso les iba a condicionar hasta el descanso, pues se vieron obligados a frenar un tanto el ritmo de juego. Asimismo, con el paso de los minutos, el cansancio fue haciendo millar en los locales, y lo eso lo aprovechó nuevamente Peñíscola para poner otra vez tierra de por medio con un gol de Cristian tras una acción de equipo. El desenlace de la primera mitad se tradujo en un intercambio de golpes, pero ya sin goles. Mucha intensidad, pero pocas oportunidades de gol. Aun así, el 1-3 dejaba una sensación muy amarga en las filas de Santoro camino de vestuarios.
Tras el descanso, la salida del Córdoba Patrimonio fue buena, con ganas e intensidad en busca de volver a reducir la diferencia. Hubo acercamientos e intentos de cara a portería, pero el acierto seguía estando en las filas visitantes. Peñíscola firmó el cuarto de la tarde en otra acción desafortunada de los cordobeses. Primero Sancho se topó con la madera frente a Víctor, mientras que Rocha, a puerta vacía, no falló al rematar el rechace.
El partido estaba en un punto muy peligroso. O reaccionaba a tiempo el Córdoba, o podía caer una severa derrota. Llegó lo primero en una magnífica combinación entre Kauê y Titi del Rey, en la que el brasileño se la dejó de tacón al argentino, para que este batiera nuevamente a Gio. Así, con 2-4 en el luminoso, los califas volvían a creer de nuevo.
Querían más de los Santoro y así fueron sucediéndose ocasiones, como un disparo de Murilo que se encontró con los reflejos de Gio. Sin duda, el arquero fue el salvador de los azulones en ese tramo, ya que también detuvo poco después un disparo seco de Báez desde la frontal. Además, Peñíscola se veía ahora limitado por sus problemas con las faltas, estando al borde del doble-penalti durante casi un cuarto de hora.
Pero tal fue el impacto del meta que, en el mejor momento de los cordobeses, se sacó un disparo lejano que, unido a un error de Víctor, supuso el 2-5. Con todo, no iba a dejar de creer el Córdoba Patrimonio, que firmó el tercero, obra de Murilo, justo en la siguiente acción. Era un duelo de golpes continuo, pero ahí solo salía beneficiado el Peñíscola, que iba a firmar el sexto en una triangulación casi perfecta rematada por Víctor Pérez a bocajarro. Aun así, nada estaba decidido y, con el portero-jugador, llegó el gol de Baéz para avivar de nuevo la esperanza cordobesa. El Córdoba Patrimonio iba a morir matando, pese a que Gui Santos falló un primer doble-penalti, el cual no erró poco después Murilo, que dejaba el 5-6 definitivo y la sensación de haber tenido claras opciones de sumar.
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