Del día en que fue campeón de campeones al olvido del triunfo
Pese a tener trayectorias muy distintas, ambos comparten bastantes momentos. Casi tantos como para ser enemigos íntimos. No se conocen tanto como hacen con otros adversarios, pero sí mantienen un amplio historial común. Hasta 15 enfrentamientos acumulan en El Arcángel sólo en Liga. A esta lista ha de añadirse otro que bien puede contar como si fuera de campeonato liguero -aunque fuera acabado su curso regular-, así como dos más de Copa del Rey. Una enumeración de duelos entre el Córdoba y el Deportivo de la Coruña, equipo que visita el sábado el coliseo ribereño, en la que tiene dominio el cuadro califal. Eso sí, la autoridad no es clara debido al número de empates y en los últimos tiempos es firmemente discutida: los coruñeses se llevan tres de los cuatro más recientes choques a orillas del Guadalquivir -no entran aquí los del torneo del KO-. Hecho éste que se contrapone a la alegría blanquiverde del partido que, hace décadas, abriera el relato de los encuentros entre andaluces y gallegos.
A mayo de 1962 es necesario trasladarse para hallar el origen de los duelos en El Arcángel. Entonces, la ciudad todavía vibraba con su histórico ascenso a Primera. Sí, aquel confirmado en Huelva (0-4) y que generó una ola de celebración que recorrió parte de la provincia en el regreso del equipo desde la capital vecina. El Córdoba dio su primer salto a la élite como campeón del Grupo Sur de Segunda, tal y como hizo el Deportivo en el Grupo Norte. Los dos encabezaron sus respectivos campeonatos, pero después habían de dilucidar quién era el mejor. Disputaron así una eliminatoria para proclamar al más conjunto más potente de la categoría -en global-. En el encuentro de ida, jugado en tierras gallegas, el cuadro coruñés se cobró una clara ventaja de 3-1. Sin embargo, los blanquiverdes no estaban dispuestos a rendir armas.
El choque de vuelta en el antiguo El Arcángel el equipo dirigido por Roque Olsen, uno de los nombres imborrables en la Historia del Córdoba, se convirtió en un vendaval. Y se llevó por delante al Deportivo. Paz marcó dos goles para atraer el trofeo del mejor de Segunda. Miralles y Juanín, dos futbolistas inolvidables por estos lares -sobre todo el segundo, que tiene grado de leyenda-, cerraron el contundente 4-0 con el que los califales alcanzaron un título hoy por hoy inimaginable. Por mucho que pueda resultar anecdótico, aquel fue el día que el conjunto blanquiverde fue campeón de campeones. Después se sucedieron varios encuentros en una Primera en la que el cuadro gallego ejerció de rival ascensor -iba y venía- mientras su adversario se consolidaba y firmaba las páginas más brillantes de su existencia.
Precisamente en la máxima categoría disputaron cinco duelos hasta el curso 1971-72, con sólo uno en Segunda entre medias. Los tres primeros encuentros de esta serie se los llevó el Córdoba, cuya victoria más clara la consiguió en la campaña 1964-65. Esta temporada fue la misma en que acabó quinto, bajo las órdenes de Ignacio Eizaguirre -otro imprescindible-, y estableció un récord aún por superar -sólo lo igualó algún curso después el Pontevedra-: encajó apenas dos goles como local en todo el campeonato de Primera. Entonces, los blanquiverdes impusieron un severo correctivo al conjunto gallego al vencer por 6-0. Los tantos los anotaron Cabrera, Rubens, el posteriormente malogrado Ricardo Costa -por partida doble-, Juanín y Martínez. La época dorada de los califales terminó con tres empates en la serie mencionada.
De vuelta a Segunda, el Córdoba dominó de nuevo durante la década de los setenta. En la misma, obtuvo tres victorias y cedió sólo un empate ante la escuadra gallega, que en la campaña 1981-82 logró arrancar otro punto de El Arcángel. Así, la primera derrota blanquiverde en un duelo con el Deportivo no se produjo hasta la 1982-83, la temporada en que comenzó su debacle. Aquel curso descendió a Segunda B y otro después cayó a Tercera. Después vinieron algo más de tres lustros en la categoría de bronce del fútbol español. El caso es que, de regreso al primer tropiezo, entonces los califales perdieron por un contundente 0-4. Cambió por completo ese duelo el guion de los enfrentamientos entre andaluces y gallegos a orillas del Guadalquivir. Desde esta derrota los locales nunca más fueron capaces de ganar y sumaron dos tropiezos más, ya en la última década -en la 2011-12 y la 2013-14- y un empate. Precisamente ese punto llegó cuando ambas escuadras volvieron a medirse en Primera, división en la que se asentaron los coruñeses al tiempo que sus rivales vivían penurias deportivas.
Correcto: el olvido del triunfo perduró en el triste periplo por la élite de la 2014-15. Al menos pudo puntuar el Córdoba entonces, con Miroslav Djukic casi recién aterrizado en El Arcángel tras el despido de Albert Ferrer. Lo cierto es que el cuadro califal mira la visita del Deportivo de modo muy diferente a como lo hiciera cuando se proclamó campeón de campeones en Segunda. Y por si fuera poco, los dos equipos también se enfrentaron en Copa del Rey en la última década. Lo hicieron dos veces y en ambos casos el choque terminó con empate -en el más reciente los coruñeses eliminaron a su adversario en una tanda de penaltis casi interminable-. Quizá sea instante de recobrar la sonrisa ante el conjunto de Riazor.
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