Córdoba CF - Atlético Sanluqueño
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Crónica
Una respuesta inmediata
Que la derrota en Granada fuese una mancha en el curriculum de unos blanquiverdes que, hasta el momento, estaban cosechando una temporada de notable alto. Y esta era la meta en común para un Córdoba CF que volvía a El Arcángel dos semanas después de la victoria capital ante el Málaga CF con un objetivo claro: que la gran caída ante el Recreativo Granada en el Nuevo Los Cármenes no mellase la moral de una escuadra dirigida por Iván Ania que también tenía en el horizonte certificar la segunda posición de cara a ese play off que arranca en apenas tres semanas. Es por ello que el cuadro califal tenía mucho que demostrar en la llegada de un necesitado Atlético Sanluqueño al feudo ribereño.
Un encuentro que, a pesar de la diferencia clasificatoria de ambos conjuntos, empezó con una igualdad notable. Por un lado, el técnico Iván Ania repitió el once con el que recibió al Málaga CF en busca de recuperar las sensaciones perdidas de manera momentánea y eso le hizo que el balón fuese suyo de manera innegable. Aun así, el Atlético Sanluqueño consiguió armar un bloque sólido en el primer cuarto de hora de juego, sin pasar demasiados apuros en su propia área e incluso llegando con cierto peligro. De hecho, el cuadro gaditano lo intentó por medio de un disparo de Joaquín que se marchó excesivamente algo.
En cambio, poco tardó en llegar el vendaval del Córdoba CF. El conjunto blanquiverde sabía que tenía la obligación de agradar a su gente, más aún después del desastroso episodio vivido en Granada. Es por ello que los pupilos de Ania subieron una marcha antes de llegar al ecuador de la primera mitad para prácticamente dejar cerrado el partido. Por un lado, Alberto Toril recibió en plena área visitante, levantó la cabeza y vio totalmente solo en el segundo palo a un Adilson que no perdonó para hacer el primero de la tarde, aunque no el último. Justamente en la jugada posterior, Albarrán ganó linea de fondo y puso un centro al corazón de área al que no llegó Kuki en primera instancia, pero que aprovechó desde segunda línea Calderón para rematar a placer, aumentando la renta en el marcador.
Un auténtico jarro de agua fría para un Atlético Sanluqueño que quedó noqueado durante varios minutos, donde el Córdoba CF, incluso, pudo haber hecho más sangre, pero que, sin embargo, no estuvo acertado en el último pase. A partir de aquí, el cuador dirigido por Abel Segovia comenzó a respirar un poco más tranquilo, dejando a un lado su engranaje defensivo para tratar de dar un paso al frente en cuanto a presencia ofensiva se refiere. Este cambio de planteamiento le dio algo de lucidez a un Guti que se plantó en un uno contra uno esquinado ante un Carlos Marín que resolvió a la perfección justo antes de que el colegiado decretara el final de la primera mitad.
En la reanudación, la tónica enérgica del duelo pasó a la tranquilidad absoluta. El Córdoba CF sabía que no tenía que apretar mucho en el acelerador para llevarse los tres puntos y la segunda plaza de manera virtual, pero eso no significaba que dejase de mirar el área rival con cierto ahínco. De hecho, Adilson tuvo una ocasión muy clara para poner el tercero en el marcador, aunque su disparo fue repelido sin problemas por el guardameta Samu Pérez. Por su parte, el Atlético Sanluqueño no tenía ideas en campo contrario y gran parte de sus jugadas terminaban con un balón largo sin sentido.
Sin embargo, el gesto controvertido en la segunda mitad no se originó en el césped sino que, nuevamente en la grada. Una minoría -que con el paso de los partidos está aumentando- pitó la entrada de Kike Márquez, capitán de Córdoba CF, y cada vez que el blanquiverde tocaba la pelota. En un club como el califal, que va segundo en la tabla clasificatoria y que ha estado peleando por el ascenso directo hasta la última jornada, su hinchada pita al referente del vestuario sin sentido. ¿Qué paso? Pues justicia poética. Alberto Toril provocó un claro penalti, el de Sanlúcar cogió el balón arropado por sus compañeros y los mismos que le chiflaban acabaron aplaudiéndole y vitoreándole justo minutos antes de que el colegiado decretase el final del partido.
El fútbol no tiene memoria como bien se dice, pero, a veces, tampoco vergüenza de quienes prácticamente autodestruyen una entidad que hace poco más de cuatro años estaba gritando por sobrevivir. Por una temporada, no es de extrañar afirmar que los jugadores del Córdoba CF están por encima de la afición. Sepa dios dónde estará la institución de aquí a un mes, que es cuando se decide el play off, pero los chicos dirigidos por Iván Ania, con controversia o no, han logrado certificar virtualmente la segunda posición a falta de dos jornadas para terminar la campaña regular.
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