La odisea del Córdoba CF en Sanlúcar de Barrameda

Un partido que tuvo que ser aplazado mucho antes en el tiempo y que, a causa de esto, tuvo sus consecuencias tanto para los protagonistas como para sus aficionados en la vuelta a casa. No es de extrañar que Córdoba vivió ayer uno de sus episodios más duros en cuanto a daños por temporal se refiere, con unas rachas de viento que sobrepasaron los 100 kilómetros por hora. Aun así, gran parte de la sociedad califal pudo vivir el domingo desde sus casas, aunque, en materia deportiva, el encuentro que debían disputar Córdoba CF y Atlético Sanluqueño estuvo a escasas horas de disputarse, por lo que la expedición blanquiverde se citó en al localidad gaditana y se vio inmersa en el temporal en la vuelta a casa.

Por un lado, el Córdoba CF partió hacia la capital tras conocer que la Real Federación Española de Fútbol había aceptado la solicitud del Atlético Sanluqueño de suspender el partido a apenas tres horas de que comenzase. Aun así, la vuelta parecía más tranquila de lo que parecía hasta que un obstáculo en la carretera a la altura de Las Cabezas de San Juan, tal y como adelantó la edición digital de Diario Córdoba, hizo que el autobús blanquiverde se viese obligado a parar durante unos cuantos minutos. Sin embargo y después de la inseguridad que proporcionaba el viento, los chicos dirigidos por Iván Ania llegaron al destino a las 22:50, casi seis horas después.

En cambio, no fueron los únicos que tuvieron que lidiar con el viento en el regreso a casa desde Sanlúcar de Barrameda. María, Antonio, Javi y Manu son cuatro aficionados al Córdoba CF que se citaron en la localidad gaditana para animar a los suyos. De hecho, no es de extrañar que este grupo de cordobesistas esté en una ubicación u otra para apoyar a su equipo, incluso con viajes ya organizados con meses de antelación como la visita del conjunto blanquiverde al Atlético Baleares. Asimismo, la ida hacia El Palmar ya fue un tanto complicada, pero desde que llegaron a territorio foráneo sabían que la vuelta iba a ser complicada.

La odisea comenzó nada más salir de Sanlúcar de Barrameda donde al principio todo era incertidumbre hasta que, por miedo, no pudieron avanzar más rápido de 60 kilómetros por hora en la autovía gracias al fuerte viento. “Se levantaba el coche mientras avanzábamos”, declaran a CORDÓPOLIS. Es por ello que mantuvieron su camino con cautela hasta que llegaron a la localidad sevillana de Écija donde tuvieron que parar por más de una hora y debatir si quedarse a pasar la noche o finalmente hacer un esfuerzo y llegar a Córdoba en el mismo domingo. Durante más de cinco horas de viaje, los aficionados cordobesistas terminaron por pisar territorio cordobés, tratando de olvidar un viaje donde el mayor premio para unos y otros era llegar a casa sin ningún daño.