Dulce resaca en un feliz aniversario
Volver y disfrutar. El último compromiso del Córdoba fue una completa fiesta. Una más, y en todos los sentidos. Como viene siendo habitual, El Arcángel se convirtió en una caldera de emociones dejando a un lado el frío para desatar la locura colectiva. Siempre desde un punto de vista positivo. Abrazos, sonrisas, lágrimas y brazos en alto para celebrar un nuevo triunfo cordobesista en una jornada vespertina en la que el gran protagonista, sin duda, fue Miguel de las Cuevas. El alicantino volvió a vestirse de corto tras varias semanas de ausencia por lesión. Y lo hizo a lo grande. Salió tras el descanso y en esos 45 minutos se apuntó dos goles que sirvieron para sellar la victoria de su equipo por 3-1. Un regreso a un nivel inesperado para el propio jugador, quien “pensaba tener minutos y poco a poco ir cogiendo la forma para ayudar al equipo” pero “el míster me dijo que saliese en el descanso para ayudar entrelíneas” y “los goles llegan solos gracias al trabajo en ataque que ha hecho el equipo”, confesó tras el encuentro.
Un partido que ha dejado una resaca imborrable y realmente satisfactoria. En primer término, para el futbolista, aunque también para toda la afición, que celebró con tres puntos el aniversario del feudo ribereño. Así es, tal y como ha recordado el compañero de @laligaennumeros en sus redes sociales, este domingo 7 de noviembre se cumplen 28 años de vida de El Arcángel, inaugurado un día como hoy de 1993. En este periodo, el conjunto califal ha completado nada menos que 609 partidos, con 280 victorias, 167 empates y 162 derrotas. Y la última se produjo este mismo sábado y que viene a prolongar la sobresaliente racha del plantel, que lleva acumulando un arranque de temporada magnífico y que les ha dado “mucha confianza”, aseguró De las Cuevas, quien especificó que tienen “margen al estar ahí arriba” y aún tienen más “margen de mejora”. “El equipo puede hacerlo mejor”, puntualizó el extremo, resaltando que Crespo “analiza muy bien a los equipos y nos dice cómo podemos aprovecharlos. Tenemos un equipo muy compensado y nos transmite una seguridad que nos hace jugar bien”.
Sobre su actuación, el 10 indicó que “es más difícil el segundo (gol) porque antes lo hubiera firmado Casas o Willy. El primero te da mucha confianza porque Simo me da el balón, me la echo a un lado y se la mando al lado malo del portero. Son dos goles que sirven para sumar tres puntos y que se mantenga la racha positiva”. Todo ello dentro de una idea de juego que le viene “muy bien”, por lo que se siente “muy a gusto y todos los jugadores que jueguen saben qué tienen que hacer. El equipo está demostrando que siempre va a por los partidos sea donde sea”, subrayó.
Un partido que de nuevo volvió coronarle como un jugador que dejará un enorme calado en la entidad. El Arcángel se rindió a sus pies y él disfrutó de ello. “Llevo mucho tiempo jugando” y, pese a que “en Córdoba hemos tenido años complicados, parece que este va bien”, así que “hay que ir partido a partido y eso es lo que te da la alegría y las ganas de entrenar”, explicó, volviendo a incidir en el que el papel de la afición “es impresionante. Si desde fuera lo notáis, dentro mucho más. Notas que el equipo rival lo siente y por eso creo que el tema de la Covid-19 nos costó mucho más. Se notaba la presión del campo y disfrutas mucho. Es cuestión de que el balón entre”.
Finalmente, de cara al duelo de la Copa RFEF, en el que el Córdoba se jugará ante el Ebro el pase a la final, De las Cuevas quiso destacar la importancia de que sea “un título”, ya que él ha tenido “ascensos, buenas temporadas”, pero no ha ganado un título. “Aunque sea menor, es un título y sirve para que estén todos con nosotros. Queremos jugarlos todos y por ahora estamos bien. Vamos a salir a morir ante el Ebro y tenemos que meter una marcha más para ganar el título”, apostilló.
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