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Pablo Alfaro: “Nos hemos acostumbrado a jugar finales”

Pablo Alfaro, en un entrenamiento del Córdoba.

En el formato exprés en el que se ha convertido la Segunda División B, el Córdoba tiene cinco jornadas por delante para asegurarse un puesto el año que viene en la Primera RFEF, lo que será el curso próximo la tercera categoría del fútbol español. Después de que venciera agónicamente al Tamaraceite, con gol tempranero y penalti parado a la postre, el cuadro blanquiverde jugará su primer encuentro de esta segunda fase en casa, en El Arcángel, ante 400 espectadores tras la reducción de aforo por parte de la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía. El rival será la Balompédica Linense, contrincante directo para esa segunda plaza de acceso a Primera RFEF, ya que la primera de ellas parece correspondida irremediablemente al Sevilla Atlético.

En el regreso de los periodistas a la sala de prensa de manera presencial, Pablo Alfaro se mostró aludido por la responsabilidad del duelo ante la Balona, aunque también expresó que la condición de final ya la adquirieron partidos anteriores. “Es otra final, el domingo pasado fue otra y la del Betis fue otra. Este formato de este año nos obliga a jugar final tras final, conscientes de la trascendencia del partido y de la importancia de los puntos. En cuanto a números estamos muy similares, nuestra intención es que los tres puntos del domingo van a ser muy importantes y lógicamente somos conscientes de ello, nos hemos acostumbrado a jugar finales”, expresó el técnico maño. Sobre su rival, un punto por encima del cuadro cordobesista, expresó que “es un rival muy versátil, es un equipo muy equilibrado. Recibe pocos goles, no tiene unos números en ataque excesivamente brillantes aunque buenos. A nivel ofensivo depende mucho de su delantero Pito Camacho, jugador mío en el Mirandés. Se adapta bien a las circunstancias. Hay que saber que es un rival que tiene buenos números y posiblemente habrá varios partidos en uno mismo”.

Alfaro acudirá a la cita con las bajas de Djetei y Del Moral, por sanción y lesión respectivamente, pero contará con la presencia en la lista de Djak Traoré tras algunas semanas en el dique seco por su percance ante el Betis Deportivo. Con quien tendrá precaución es con el canterano Julio Iglesias, inmerso en el proceso de recuperación de una lesión a finales de 2020 y sin el alta competitiva pertinente. “Nuestro objetivo es que no finalice la temporada sin que pueda participar. Está en buena evolución y lo tenemos con el alta médica pero que toda la readaptación lleva un proceso. Ni el filial ni nosotros estamos para regalar minutos. En la temporada puede ayudar para que el filial pueda conseguir su objetivo”, apostilló el maño.

El Sevilla Atlético, en cualquier caso, continuará su ruta en casa ante el Tamaraceite, y lo hará con la condición de favorito dada su ventaja respecto a los demás y a los duelos directos ganados, por ejemplo, al Córdoba. Al ser preguntado por si confía en que el filial sevillista quite puntos al resto de contrincantes, Alfaro contrarrestó señalando que “veo positivo que veamos un buen partido contra la Balona. Lo que hagan los demás, le deseas lo mejor menos cuando se enfrentan a ti. Nosotros tenemos la intención y el convencimiento de que lo vamos a conseguir: lo que hagan los demás, bastante tenemos nosotros con lo nuestro”. “Siempre es mejor depender de uno mismo, empiezas a manejar factores para no depender de terceros. Es vital, a día de hoy, que cuando el domingo lleguen las 7 de la tarde seamos capaces de contestar en sala de prensa con 3 puntos más”, agregó el preparador blanquiverde.

Uno de los debes esta temporada del Córdoba ha sido la incapacidad de aguantar los resultados y mantener una línea de intensidad a lo largo de los 90 minutos. En la segunda mitad, el equipo decae. Pablo Alfaro es consciente de la problemática y explica que están buscando los porqués a ese tipo de situaciones. “El equipo desde el principio los afronta con esa mentalidad de ir a por los rivales, que no se sientan cómodos. No repliega en exceso, un porcentaje mínimo son de cambios defensivos. Esa es la idea y por momentos y en determinados partidos al equipo le cuesta mantener ese nivel de intensidad y fútbol y ser capaces de controlar situaciones. Cuando ves las temporadas, los números no te engañan. Tenemos números defensivos muy buenos, intentamos proponer más que los rivales”, desarrolló el zaragozano, que apostilló en adición que “esa falta de control, ese querer adueñarte del partido nos está costando y estamos incidiendo en ello. Nos dará mucho más tranquilidad y que seamos capaces de cerrar los partidos. Cuando lo haces, la confianza sube y los jugadores se atreven a hacer cosas que en otras ocasiones no harían”.

Mientras tanto, el técnico del Córdoba sigue hacia adelante con su filosofía de tener cuantos más hombres disponibles a la causa y que mantengan una condición óptima para el desarrollo de sus funciones. Pablo Alfaro nunca ha repetido once, incluso en esta fase, en cuyo primer partido se vio la primera titularidad de Moussa Sidibé, en este caso, sobre el césped artificial de Tamaraceite. “Buscamos valorar el presente, el objetivo es tener el mayor número de futbolistas en las mejores condiciones posibles”, afirmó; “los rivales no son los mismos. Vamos pensando que el equipo puede ir por unos derroteros, que determinados futbolistas den variantes en el dibujo táctico. Sin volvernos locos, el entrenador rival tiene que no saber quién es el que juega, siempre puede haber algo. En la pizarra salen todas pero luego el césped te pone en tu sitio”.

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