Doble reto: ganar a un filial y en El Arcángel
La sorpresiva e inesperada victoria el pasado domingo sigue dándole esperanzas al Córdoba de estar la próxima temporada en Primera RFEF -esto no es otra cosa que mantenerse en la tercera categoría del fútbol español-. El 0-5 con el que los blanquiverdes regresaron del Municipal de La Línea les permite seguir en la pelea por el objetivo hasta la última fecha, dado que sus dos máximos rivales obtuvieron el resultado que más convenía a los intereses del equipo califal. Y es que tanto Tamaraceite como Sevilla Atlético dejaron escapar su respectiva oportunidad -los canarios, poder depender de sí mismos en la última jornada; y los hispalenses, certificar su presencia en Primera RFEF-. Y ahí aparece en la ecuación el Córdoba, que debe ganar su partido del domingo ante el Cádiz B y esperar un pinchazo del Sevilla Atlético frente a la Balompédica Linense.
La situación es desfavorable, aunque, visto el desarrollo de la temporada, el hecho de llegar con opciones a la última fecha resulta hasta inesperado. Pero todo pasa por ganar en El Arcángel -sin los tres puntos no hay posibilidad alguna-, y hacerlo ante un filial. Aquí es donde está la imperiosa necesidad de superar una racha que trae de cabeza a los califales: la última victoria en su se produjo en un ya lejano mes de febrero, en la victoria ante el Linares por 2-1. Desde entonces, dos empates -Real Murcia y Tamaraceite- y dos derrotas -Betis Deportivo y Balompédica Linense-. El frío dato es que en estos cuatro partidos el conjunto blanquiverde siempre empezó por delante en el marcador, pero no supo mantener la renta y acabó perdiendo puntos muy importantes.
Otra racha que tiene que romper el plantel dirigido por Germán Crespo para aspirar a la segunda plaza es la de partidos sin ganar ante filiales. Y es que para ver la última fecha en la que el Córdoba consiguió los tres puntos ante un equipo dependiente hay que remontarse a la temporada 2019-20, con la victoria ante el Sevilla Atlético por 2-1 -también en El Arcángel-. Para poner esto en perspectiva, la Covid-19 aún no ocupaba un lugar central en la sociedad cuando se produjo esta última victoria. Desde entonces, siete han sido los enfrentamientos ante equipos filiales -todos en esta temporada- sin conocer el triunfo: dos empates (1-1) ante el Recreativo Granada, dos derrotas frente al Sevilla Atlético (1-2 y 1-0), un empate (0-0) y una derrota (1-2) ante el Betis Deportivo y la reciente derrota ante el Cádiz B (2-0).
Estos datos son los que el conjunto califa necesita cambiar para poder estar el año que viene en Primera RFEF -con permiso del Sevilla Atlético-. Esta situación lleva a recordar la dramática situación que se vivió el pasado marzo, cuando el equipo blanquiverde necesitaba ganar en El Arcángel ante un filial -Betis Deportivo- y esperar un pinchazo del Sevilla Atlético para acceder a la fase de ascenso a Segunda y asegurar un puesto en la categoría para la que ahora busca una plaza. Ninguna de las dos variables se cumplió. Este domingo los protagonistas son casi los mismos: un Córdoba que necesita los tres puntos ante un filial -esta vez es el Cádiz B- y que estará pendiente otra vez de lo que pase en el Estadio Jesús Navas. Hay esperanza.
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