Con la obligación de ganar en la irregularidad
Una remontada épica, pero improbable con los números en la mano. El nuevo formato propuesto por la Real Federación Española de Fútbol obliga a todos los integrantes de estas divisiones a mantener la regularidad en los resultados si no quieren descender hasta dos categorías en el caso de los competidores en Segunda División B. Sin embargo, el Córdoba se ha mostrado muy irregular a lo largo de esta temporada y llega a las dos últimas jornadas sin depender de sí mismo para clasificarse a la pelea por subir a Segunda División. Unos resultados que muestran la pobre campaña realizada por la entidad blanquiverde, aunque tienen la posibilidad de endulzarla en el tramo final de la primera fase. Para ello deberán ganar dos partidos consecutivos después de conseguir tan solo nueve de los 21 puntos posibles a lo largo de la segunda vuelta. Una irregularidad que tendrán que cambiar lo antes posible para poder afrontar esta parte del curso con la mayor garantía posible.
Y es que la segunda vuelta arrancó exactamente igual que la primera. Una victoria ante el Lorca Deportiva por la mínima (0-1) hacía presagiar lo mejor para un Córdoba que había dado un giro de 180 grados con la llegada de Pablo Alfaro como técnico de la primera plantilla. De hecho, el buen papel de los blanquiverdes en la eliminación de la Copa del Rey frente a la Real Sociedad (0-2) refrendaba las buenas sensaciones acaecidas en la parcela cordobesista, aunque rápidamente vinieron las curvas. El Yeclano Deportivo asaltó El Arcángel (1-2) para sorpresa de todo el mundo y comenzaron unas dudas que aún siguen hoy en día. La derrota sentó como un auténtico jarro de agua fría a una plantilla que, a pesar de dejar buenas sensaciones en su juego en el empate ante el UCAM Murcia (1-1), nuevamente firmó las tablas frente al Recreativo Granada (1-1).
Las sensaciones no eran para nada buenas. El Córdoba se hundía poco a poco en la tabla clasificatoria y se alejaba de los puestos cabeceros de su propio subgrupo. Aun así, el club cordobés viajó hasta Sevilla para volver a la senda de la victoria, pero no pudo ser nuevamente. El filial hispalense doblegó con dificultades a los visitantes merced a un tanto de cabeza de Iván Romero (1-0). Una derrota dolorosa que tuvo una duración efímera, ya que los blanquiverdes volvieron a sumar tres puntos ante el líder del Grupo IV-B. El Linares Deportivo visitaba El Arcángel para dar el golpe definitivo al club califal, pero, sin embargo, los locales supieron manejar el juego minero y lograron un triunfo necesario para sus aspiraciones (2-1). Aun así, los chicos dirigidos por Pablo Alfaro debían conseguir su segunda victoria consecutiva para depender de sí mismos en su particular clasificación para la segunda fase optando a pelear por subir a Segunda División. En cambio, el Córdoba volvió a demostrar su cara más apática y encajó unas tablas ante el Real Murcia que no terminaron de contentar a nadie (2-2).
Esta dinámica negativa hace que la incertidumbre reine en la parcela cordobesista. Y es que la dirección deportiva, a lo largo de la pretemporada, admitió que el Córdoba tenía “la mejor plantilla de toda la Segunda División B”, aunque si bien es cierto que los resultados no han ido acompañando a lo largo de la temporada. La entidad blanquiverde ha sumado solamente nueve puntos de 21 posibles en la segunda vuelta y ahora pretende sumar seis de seis puntos en las dos últimas jornadas. Una racha improbable por los sucesos anteriores, pero que, sin embargo, los blanquiverdes demostraron que son capaces de realizar debido a la dinámica positiva conseguida ante dos equipos de superior categoría en la Copa del Rey. Una gesta épica, pero no realista con los números en la mano.
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