Adrián Fuentes y su 'veni, vidi, vici'
Una muy buena noticia a nivel deportivo, pero sobre todo a título personal. Un futbolista vive de sensaciones sobre el césped. Cuando puede desplegar su juego sin ningún tipo de preocupación, siendo totalmente libre, pues el jugador podrá dar el máximo de su nivel, aunque hay situaciones donde la problemática exterior puede afectar a su rendimiento. Por ello, hay profesionales del balompié que no llegan a alcanzar su pico de forma en toda su trayectoria. Gracias a esto, no son pocas las personas que deciden dejar el club al que defienden para reencontrarse consigo mismo como lo ocurrido con Adrián Fuentes. El madrileño, tras un breve paso por el Real Murcia, llegó al Córdoba este mercado veraniego tras no poder cosechar demasiados minutos por una lesión de rodilla. El jugador aterrizaba con la ilusión de poder conseguir la regularidad que tanto anhela, pero le esperaba un golpe de realidad en la primera jornada liguera.
La dirección deportiva de la entidad blanquiverde ha logrado confeccionar una plantilla a la altura de la categoría y, por el momento, se está demostrando sobre el césped. De hecho, el técnico Germán Crespo tiene la ardua tarea de elaborar un once inicial competitivo y que mantenga en tensión a todo su vestuario. Sin embargo, hay jugadores que deben quedarse fuera de la convocatoria en ciertos partidos y en la primera jornada le tocó a Adrián Fuentes. El delantero madrileño no estuvo con el resto de sus compañeros ante el Xerez Deportivo y los fantasmas del pasado ya asomaban por su cabeza -de hecho, porta un tatuaje que refleja la situación que ha pasado hasta la actualidad-, aunque el técnico blanquiverde le dio su primera oportunidad ante el Cádiz B y no la desaprovechó. El ex del Real Murcia entró en la recta final del encuentro e inauguró su cuenta particular, anotando el tercer y definitivo tanto de un Córdoba que consiguió su segunda victoria consecutiva y se colocó nuevamente líder del Grupo IV de Segunda RFEF -aunque empatado a puntos en el primer puesto con Coria, Cacereño y Villanovense-.
Tras cuajar una gran actuación, el futbolista pasó por la sala de prensa de El Arcángel y admitió, con una gran satisfacción y alegría, que era impensable lo que había vivido sobre el terreno de juego cordobés. “Con pocos minutos y jugando de ataque, hacer un gol es lo máximo que se puede hacer y estoy muy contento”. “Mi primera impresión era que El Arcángel iba a ser una caldera, pero no me lo esperaba así. Son pocos minutos, pero el ambiente te incita también a darlo todo”, añade un Fuentes que recalcó el grupo que están formando todos los jugadores que defienden el escudo del Córdoba y lo que logra los seguidores cuando animan en momentos difíciles. “Se contagia lo que se respira en el vestuario o en la grada. Juegues o no juegues se te contagia y cuando entras pues intentas luchar por el escudo, el equipo y las personas que lo sienten”.
Por otro lado, el tanto realizado por Adrián Fuentes fue de una calidad absoluta. Recogió el balón en la esquina del área, dribló a su defensor y la colocó al palo largo para subir el tercer gol al luminoso de El Arcángel. Sin embargo, el delantero le quita importancia a esa jugada y quería que el esférico estuviese en la red sea como sea. “Estoy super contento por estrenarme en mi debut. Me daba igual como entrase porque la felicidad es la misma. Reencontrarme en liga con un gol me da mucha fuerza y seguir compitiendo para darlo todo por el equipo”, asevera un futbolista que alaba el trabajo que el vestuario ha conseguido en las primeras dos jornadas en terrenos de juego favorables para la práctica del fútbol, aunque admite que el reto comienza este mismo fin de semana. “Es lo que tiene la Segunda B porque no todos los estadios son como el nuestro. Si aquí juegas muy bien, pero si vas a otro estadio con dimensiones reducidas y no lo das todo, pues no sirve de nada”, culmina.
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