Tarik contra Yonka: dos noches únicas para viajar por la luz y las sombras del rock cordobés

Si la música cordobesa alternativa que se hizo en los ochenta y los noventa tiene un panteón con figuras veneradas, en él no pueden faltar Álvaro Tarik y Yonka Zarco. Ninguno de los dos nació en Córdoba, pero su música irá siempre ligada a la ciudad en la que, a lo largo de las dos últimas décadas del siglo XX, lideraron y participaron en algunos de los proyectos musicales más importantes que se levantaron en la periferia de las grandes urbes, y que ha sobrevivido al implacable paso del tiempo sin tener que agachar la cabeza.

Los puntos en común entre estos dos cantantes y compositores son más, en realidad. Los dos siguen activos en el mundo de la música, echados ambos al monte de la composición entre guitarras y sintetizadores; los dos escriben mejor que bien y están dotadísimos para otras artes. Los dos son vivos ejemplos de que se puede envejecer más que decentemente como viejo rockero y de que todavía hay cuerpo para (otro tipo de) fiestas.

Fiestas como las que ha programado para este fin de semana en Córdoba el artista Pablo Prieto, propietario de Amapola y Limbo. Estos dos locales, santo y seña de la noche cordobesa, acogen dos citas únicas en las que Álvaro Tarik y Yonka Zarco se subirán juntos a un escenario.

En el Amapola, el concierto será este viernes 20 de diciembre a las 20:00, aunque todas las entradas están vendidas. En el Limbo, será la noche siguiente, el sábado 21, y aún quedan un puñado de entradas.

Para quiénes aún no los conozcan, Alvaro Tarik es un músico y productor cordobés afincado en Madrid, además de uno de los mejores hacedores de canciones de España. Tiene cuatro discos editados como Tarik y la Fabrica de Colores y uno como Rufus T. Su último proyecto es Summer Spree, centrado en la composición electrónica.

Por su parte, la larga trayectoria de Yonka incluye bandas de renombre como La Reserva, Corazones Estrangulados, Liviana o Superamigas. La última banda impulsada por este guipuzcordobés es Mteörik, que sigue activa como un milagro de kraut rock cordobés.