La revista 'Monograma' publica un poema inédito de Pablo García Baena

Monograma. Revista Iberoamericana de Cultura y Pensamiento ha publicado en su último número, con la colaboración de la familia de Pablo García Baena, un poema inédito del desaparecido Premio Príncipe de Asturias de las Letras que, además, se incluye en una sección de homenaje al que fuera uno de los fundadores del Grupo Cántico.

Poeta local es el título del poema inédito de García Baena publicado en la mencionada revista especializada en una sección, consultada por Europa Press, en la que, a lo largo de 23 páginas, se glosa la figura y la obra del que también fuera director del Centro Andaluz de las Letras, incluyendo una entrevista con el poeta cordobés realizada en enero de 2015.

En cuanto al poema, que puede leerse en la web de Monograma, se centra en el paso del tiempo y en sus consecuencias para ese Poeta local, que aparece arropado en la citada sección de homenaje por una serie de artículos, comenzando por el titulado Pablo García Baena o el lenguaje como disidencia.

El autor del artículo es Antonio Portela Lopa, profesor del Departamento de Filología en la Universidad de Burgos, doctor por las universidades de Salamanca y Ca' Foscari de Venecia (Italia), que abre la sección de homenaje y da paso al poema inédito de García Baena, al que alude para agradecer a la familia del poeta, y en especial a su sobrino Antonio Amezcua, el que le hiciera llegar estos desconocidos versos de García Baena.

También interviene en este homenaje la profesora de Literatura de la Universidad Ca'Foscari de Venecia Elide Pittarello, con el artículo titulado Mapas de la memoria, mientras que el poeta y catedrático de Literatura Guillermo Carnero expone su Último recuerdo de Pablo García Baena.

En el mismo alude a que fue en noviembre de 2017 cuando supo que “el Centro Andaluz de las Letras, la Junta de Andalucía y otras instituciones habían decidido dedicar el año 2018 a Pablo García Baena”, encargándole a él “la antología destinada, con ese motivo, a difundir su obra” y “darla a conocer a un público lo más amplio posible”.

Sin embargo, como explica Carnero en su artículo, dado que “esa obra no es de lectura fácil e inmediata, ya que muchos poemas están llenos de claves, de referencias culturales que no han de ser del dominio público” y de elementos personales, mantuvo con García Baena múltiples conversaciones, analizando algunos de sus poemas “casi verso a verso”, y el resultado fueron “el centenar y medio de notas que lleva la antología”.

Señala Carnero en su artículo, por último, que García Baena “mantuvo hasta el último día la plenitud de sus facultades mentales, entre ellas una envidiable memoria”, pero “su vista, en cambio, había perdido agudeza”, hasta el punto de que “escribir le estaba vedado” y, “en esas circunstancias estuvo a su lado su sobrino Antonio Amezcua, que le leía los periódicos, cartas y mensajes que recibía por correo electrónico, y escribía al dictado y luego remitía las respuestas que Pablo les daba”, siendo “insuperable en su dedicación, abnegación y eficacia”.

El último poema

Esa labor ha hecho ahora posible la publicación del mencionado poema inédito de García Baena, nacido en Córdoba en 1923 y que empezó su trayectoria publicando poemas y dibujos en la prensa local bajo el seudónimo de Luis Cárdenas; en 1946 publicaría su primer poemario en la revista Fantasía, y un año después fundaría con su amigo Ricardo Molina la revista Cántico, una de las más importantes de la postguerra española.

La obra poética del autor cordobés ha destacado por su acento gongorino, de gran sensualidad, con una clara presencia de la temática religiosa, donde destacan las alusiones a los ritos y procesiones andaluces.

García Baena recibió en el año 1984 el Premio Príncipe de Asturias, y contaba además con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, concedido en 2008, y el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, recibido en 2012.

Autor de obras como Óleo (1958), o Almoneda (1971), era Hijo Predilecto de Andalucía e Hijo Predilecto de Córdoba y ahora, cuatro meses después de su fallecimiento, que le sobrevino el pasado 14 de enero, cuando contaba 94 años de edad, ha visto la luz su último poema.