Rafa del Calli: “En el flamenco hay que contar algo nuevo, aunque sea desde lo ortodoxo”
A media mañana, en mitad del ensayo de este jueves del Ballet Flamenco de Andalucía ha sonado el teléfono del cantaor Rafa del Calli. Cuando ha colgado, entre evidentes signos de felicidad, ha sonado otro teléfono, el del bailaor Juan Tomás de la Molía. La fiesta, entonces, ha sido compartida.
La suerte ha querido que los dos ganadores de la 23 edición del Concurso Nacional de Arte Flamenco, el certamen más prestigioso del mundo del arte jondo (en terna histórica con el festival de La Unión) formen parte del Ballet Flamenco de Andalucía, y que ambos estuvieran este jueves ensayando para el espectáculo que tiene el conjunto en Madrid los días 10 y 11 de diciembre.
El fallo del jurado, que este año ha dejado desierto el premio de Guitarra, ha sido un premio a la juventud. Rafa del Calli, un cantaor de 29 años, además, lo está viviendo como un reconocimiento a su linaje. “A mi familia, a mi casa, El Nacional nos debía una”, explicaba el artista a este periódico, en recuerdo a su padre, el icónico cantaor José Antonio Plantón Moreno, conocido artísticamente como El Calli, una de las voces más importantes del flamenco cordobés, fallecido el año pasado.
Un premio a un linaje flamenco cordobés
Rafael ha triunfado en un concurso en el que su padre compitió sin premio. El galardón que recogerá el sábado, por tanto, estará dedicado al patriarca de una familia de artistas cordobeses, los plantones, que también incluye a José del Calli (cantaor) y Lolo Plantón, percusionista, y que lo que ya tenía ganado era el reconocimiento del público y los aficionados.
“Este premio para él. Era su ilusión y ha estado conmigo. Me ha mandado fuerza seguro”, señalaba el ganador del concurso, que lleva años luciéndose como cantaor acompañando a artistas consagrados como Montse Cortés, El Pele, Diego del Morao, Pepe Habichuela, Arcángel, Duquende, o Capullo de Jerez, y como voz predilecta de jóvenes talentos cordobeses, como Luis Medina (su acompañante en el concurso) o Niño Seve (que lo ganó en 2001).
Para Rafa del Calli, ganar El Nacional supone, a la vez, reconciliarse con el pasado (“esto es un sueño que tenía como artista y cantaor desde chiquito”) y mirar con optimismo al futuro. “Espero pegar el salto hacia arriba y empezar a cantar delante. Seguir creciendo”, afirma el artista, que ya andaba ultimando los detalles para grabar su primer disco y que ahora espera encarar con más tranquilidad en la primavera del año que viene, con el premio debajo del brazo.
Además, Rafael Plantón destaca la importancia de haber ganado el premio en una final en la que han brillado finalistas con mucha proyección. “Me ha gustado mucho el criterio del jurado, que ha entendido que es importante apostar por gente que tiene cosas que aportar al flamenco. En el flamenco hay que renovar y contar algo nuevo, aunque sea desde lo ortodoxo. Y todos mis compañeros hemos dejado un nivel bueno en una final bonita, que ha estado reñía, y ha sido muy flamenca, muy añeja y muy nueva a la vez”, señala el artista, que ha ganado por mayoría una votación reñida en la que, hasta el final, la pelea estuvo entre él y otra jovencísima voz cordobesa: la de Rocío Luna.
No se tiene el cantaor victorioso como un renovador, aunque sí como alguien que apuesta por dar su propia mirada al cante. “Creo que hay que innovar pero con cabeza, con respeto y conociendo cuál es la base. Yo, si me tengo que describir, siento que soy personal. Que cuando canto me muestro con mi verdad y hago las cosas de verdad”, remata.
El bailaor del certamen, por unanimidad
El bailaor Juan Tomás de la Molía (Trebujena, Cádiz, 2000) es aún más joven que Rafa del Calli, pero ha ido ganando experiencia concurso a concurso. Así, quedó semifinalista en La Unión en 2020 y ganó el concurso de Flamenco Puro del Festival de Jerez ese mismo año. Este jueves, reconocía que el impacto de ganar El Nacional había sido mayor: “Es un sueño porque es el concurso que más prestigio tiene a nivel de flamenco y por el jurado”.
El jurado al que se refiere lo han formado Inmaculada Aguilar, Olga Pericet y Antonio Najarro, tres pedazos de historia de la danza y el flamenco, y que lo han designado ganador por unanimidad. “Ha sido una responsabilidad muy grande actuar delante de estos artistas y mayor es que hayan confiado en mí para darme este premio”, reconocía poco después de que le dieran la noticia.
Juan Tomás de la Molía, además, contaba que se presentó al Concurso Nacional sin muchas expectativas, aunque seguro por la compañía de su guitarrista, Jesús Rodríguez. “Se lo propuse, eché los papeles y no me esperaba esto para nada, porque no vine a competir, vine a disfrutar y mostrarme, y ha caído la suerte”, señala.
La suerte es inscribir su nombre en la nómina de ganadores y recibir un premio de 11.000 euros. Aunque para el bailaor es lo de menos. “Este premio supone un empujoncito. Espero es que ayude a que más gente me conozca, pero, sobre todo, lo que significa es que me da ganas de seguir aprendiendo y estudiando”, afirmaba Juan Tomás de la Molía, flamante ganador del 23 Concurso Nacional de Arte Flamenco.
Gala de entrega de premios
Los concursantes premiados actuarán en la Gala Final que tendrá lugar en el Gran Teatro de Córdoba el sábado 26 de noviembre a las 20:00 y en la que tendrá lugar la entrega de premios a los ganadores y a los finalistas.
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