El pensamiento de Maimónides revive en Jerusalén
Catorce de los manuscritos más importantes del rabino Moshé Ben Maimon, Maimónides (Córdoba, Al-Andalus, 1135- El Cairo, Egipto, 1204), considerado el pensador judío más influyente de la historia, han salido de las academias rabínicas, de los museos, las bibliotecas y las universidades que los albergan para instalarse hasta el próximo 27 de abril en el Museo de Israel en Jerusalén.
Una exposición que exhibe textos escritos en tinta y en judeoárabe (lengua árabe en alfabeto hebreo), algunos con ilustraciones minuciosamente elaboradas, que guardan un pensamiento aún trascedente ocho siglos después de la muerte del pensador.
Maimonides, a legacy in script (que podría traducirse como Maimónides, un legado por escrito), ofrece un recorrido por la personalidad polifacética de este reconocido filósofo, médico y líder judío. Los manuscritos “iluminados” presentados en la muestra son de orígenes geoculturales diversos y reflejan “la amplitud y la omnipresencia de su legado”.
Entre sus joyas se encuentra la propia firma de Maimónides, junto con un manuscrito atribuido a su propia letra, una de sus primeras obras en la que trabajó antes de establecerse en Egipto, donde muestra sus pensamientos con respecto a la conexión entre la Torá y la ciencia.
La mayoría de los manuscritos que se exhiben son copias realizadas de sus obras en distintas partes del mundo procedentes de instituciones como la Biblioteca Nacional Británica en Londres, el Museo Metropolitano de Nueva York, la Biblioteca Nacional de Francia y la Biblioteca Apostólica del Vaticano. Incluye dos manuscritos originales con anotaciones del propio Maimónides, junto al pergamino con el autógrafo del famoso pensador que ha sido prestado por la Universidad de Oxford, Inglaterra.
Maimónides fue consciente de los problemas a los que se enfrentaban las comunidades judías en tierras islámicas y en la Europa cristiana. Él personalmente experimentó la persecución en su Al-Andalus natal, después de que los almohades conquistaran Córdoba, y más tarde en Marruecos. Desde allí sus migraciones continuaron hasta la actual Israel, y finalmente a Egipto.
Temiendo por la supervivencia física y espiritual de las comunidades judías en todo el mundo y determinado a efectuar los cambios necesarios para asegurar su continuidad, produjo tres trabajos innovadores: el Comentario sobre la Mishná, la Mishneh Torah y la Guía de los Perplejos, cuya copia realizada en Barcelona en el siglo XIV se exhibe en esta muestra.
Maimónides murió a principios del siglo XIII en El Cairo, donde llegó a ser médico personal del sultán Saladino, aunque sus restos descansan en la ciudad israelí de Tiberias, junto al Mar de Galilea.
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