El patio de armas del Castillo de Baena podrá usarse por la hostelería o por exposiciones
La Comisión de Patrimonio de la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte ha dado luz verde a la consecución de un proyecto presentado para la adecuación interior de los depósitos del castillo de Baena, según ha informado el delegado de Turismo, Cultura y Deporte, Eduardo Lucena.
El delegado ha explicado que “al inicio de las intervenciones en el castillo se decidió la demolición de los depósitos de agua, ya en desuso y que ocupaban gran parte del patio de armas, aunque finalmente se optó por su conservación para ubicar en ellos el museo histórico de la ciudad como indicaba en proyecto”.
Con las obras ya realizadas, se ha conservado la cimentación y los muros perimetrales de cuatro de los depósitos y, de modo parcial, de un quinto, integrándose en el acceso por la Puerta del Campo, mediante una nueva estructura metálica interior con cubierta de losa de hormigón.
Las cubiertas de los cuatro depósitos, para recogida del agua de lluvia, se protegieron con barandillas de vidrio y se conectaron mediante pasarelas de acero y madera. El interior quedó en bruto y sin uso.
El documento aprobado ahora contempla una primera intervención parcial de acondicionamiento interior, que afecta al acceso y a uno de los depósitos; la ejecución de solera de hormigón en la rampa de acceso a la Puerta del Campo y el depósito 1; el tratamiento superficial con áridos de sílice, corindón y cuarzo; el desmontaje de la red de pluviales existente en el depósito 5; y la apertura de acceso al mismo mediante la cimentación y el muro de hormigón, así como la ejecución de la rampa con acabado de baldosas de granito.
También se va a llevar a cabo la ejecución de una plataforma horizontal en el depósito 5, mediante el empalomado de los tabiques conejeros, los rasillones y las cubetas de plástico, así como la instalación de una capa de compresión de hormigón armado con malla. Igualmente se realizará la compartimentación del depósito 5 mediante fábrica de ladrillo perforado para futuros espacios de salón, aseos, cuarto de limpieza, cámara de instalaciones y almacén.
Por último, está previsto el aislamiento con planchas de poliestireno, el forrado de pilares metálicos con placa de yeso, la ejecución de las instalaciones de saneamiento, puesta a tierra, fontanería y canalizaciones para electricidad, la apertura de un óculo de iluminación en el espacio anejo al depósito 5 y el remate del borde del mismo con u canalón de chapa de acero galvanizado.
Como documentación complementaria, se ha aportado un anteproyecto de adecuación interior de los antiguos depósitos. La superficie total afectada es de 859,97 metros cuadrados, incluyendo los espacios de conexión y el aljibe histórico, con un uso previsto hostelero y expositivo como complemento a la visita pública.
El acceso se realizará desde la Puerta del Campo a través del espacio libre del depósito 1. En el depósito 2, se distribuirá la zona de control y aseos. El depósito 3 será un espacio expositivo y los depósitos 4 y 5 tendrán uso de bar cafetería y restaurante, con acceso directo desde el patio. Se prevé una conexión con el aljibe histórico, instalando una plataforma interior como salón reservado de comidas.
Para el acondicionamiento interior de los depósitos, se elevará el nivel del suelo salvando el resalte de la cimentación. Las diferencias de nivel se resolverán mediante rampas y, en cada depósito, se realizará un anillo interior de fábrica ocultando el entramado estructural metálico, usando los espacios residuales de borde para almacenes, instalaciones o aseos. Igualmente se abrirán óculos para mejorar la iluminación interior.
El castillo y recinto amurallado de Baena tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) y está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
El castillo de Baena presentaba en los inicios del siglo XXI un estado de destrucción consecuencia del deterioro secular y las demoliciones realizadas tras ser vendido en pública subasta como cantera de materiales de derribo. En 1929 se instaló en su interior un primer depósito de agua y, durante la Guerra Civil, se montó un búnker en la Torre de los Secretos y otro en la Torre Sur. En los años 50 y 60 del siglo XX se construyeron en su interior otros cuatro depósitos de agua, con graves daños para el edificio. En los años 80 se acometió la remodelación de la fachada que da a la plaza de Palacio, construyendo un pequeño mesón que integraba lo que fue portada del castillo.
Las intervenciones arqueológicas realizadas permitieron descubrir la planta de las estructuras del interior del recinto, donde no fueron afectadas por los depósitos de agua. El castillo tiene una planta irregular adaptada a la topografía del terreno, con un total de nueve torres. El recinto estuvo dotado de un antemuro, conservado parcialmente al sur, al norte y al oeste. El interior del castillo sería originariamente un gran patio de armas, con alguna construcción adosada y dos aljibes. El recinto y sus torres, salvo la Oeste y la de los Secretos, son tipológicamente uniformes, construidas a base de mampostería regular con enripiado, presentando las torres sillares en las esquinas.
Los lienzos tenían un pañeado de mortero de cal, perdido en su mayor parte. Se ha datado el principal momento constructivo del recinto actual a finales del XIV o principios del XV, a partir de una fortaleza preexistente. En el núcleo de la torre noreste y en otros paramentos aparecen elementos de tapial, datados en época almohade. Asimismo, la torre oeste parece corresponder a un momento anterior a finales del XIV, en época castellana.
La Torre de los Secretos correspondería a un momento posterior (siglo XV-XVI), construyéndose en sustitución de una torre simétrica a la de las Arqueras, que existiría en la esquina sureste. La transformación del recinto defensivo en palacio de los Duques de Sessa implicó la ocupación del patio de armas con distintas dependencias articuladas en torno a patios.
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