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El hallazgo de un hueso de elefante que puede cambiar la importancia histórica de Córdoba

El hueso de elefante hallado en las obras del Hospital Provincial de Córdoba

Alfonso Alba

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La Colina de los Quemados es una especie de zona cero de la arqueología de Córdoba, con más enigmas que certezas, y con mucho por investigar aún. La historia oficial señala, hasta ahora, que el origen de Corduba está ahí, en un lugar que hoy está coronado por el Parque Cruz Conde, la Ciudad de los Niños, el instituto Séneca y los hospitales de la ciudad. Y que en el siglo II antes de Cristo los romanos decidieron construir un campamento militar justo enfrente, en otra colina. Y que los indígenas de la Corduba actual fueron abandonando la Colina de los Quemados y romanizándose.

Pero justo unos días antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma por la pandemia de Covid 19, en la primavera del 2020, una excavación preventiva junto al Hospital Provincial de Córdoba dio con “un extraño hueso” de dimensiones colosales. La empresa cordobesa Arqueobética estaba excavando en una zona donde la Consejería de Salud ha construido un búnker para acoger el famoso acelerador lineal donado por Amancio Ortega con el que combatir el cáncer. Este acelerador, por seguridad, se ubica en un búnker bajo tierra. Y esa obra tuvo que abrir un enorme agujero en el que, estrato a estrato, la Colina de los Quemados ha ido hablándole a los arqueólogos.

El profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba Antonio Monterroso ya usó gran parte del estudio de esta excavación para sostener que Corduba tuvo un enorme potencial territorial en época tartesica y que esa relevancia condicionó la fundación romana. Pero esa excavación escondía aún un secreto que este viernes se depositó en los fondos del Museo Arqueológico de Córdoba: el hueso de un elefante hallado junto a restos de material bélico. Este martes, El País ha publicado un secreto que los arqueólogos cordobeses casi que se susurraban entre sí. Y que desde luego marcaría un antes y un después en la historia oficial de la ciudad. ¿Qué hacía un elefante en La Colina de los Quemados?

Las respuestas no son fáciles ni, desde luego, definitivas.

Poco antes de que se decretase el estado de alarma, Rafael M. Martínez, profesor del Área de Prehistoria de la Universidad de Córdoba, recibió la llamada de sus colegas de Arqueobética. “¿Oye, y este hueso?”. No era un fósil. Y su estado, muy poroso, impedía datarlo con la prueba del carbono 14. Martínez concluyó de que era el “hueso carpal” de un elefante, pero era imposible de saber si se trababa de un especímen africano o asiático. Por el estrato en el que ha aparecido se sospecha que puede ser de entre el siglo VI o IV antes de Cristo. En la zona hay ausencia de materiales romanos. Por lo que el hallazgo podría plantear una relevancia de Corduba que no dan las fuentes escritas: ¿llegaron al corazón del Valle del Guadalquivir los cartagineses? ¿Participó la ciudad en las guerras púnicas?

De momento, todo son hipótesis. Pero el hallazgo de un hueso de elefante en esa zona de la ciudad de Córdoba junto a los 17 bolaños que probablemente formaban parte de un conjunto bélico de catapultas cuestiona todo lo que hasta ahora se daba por hecho de la historia de Córdoba.

La excavación junto al Hospital Provincial ya evidenciaba que Corduba había sido en época tartésica una importante ciudad. De hecho, los restos del elefante plantean incluso la posibilidad de dos episodios históricos muy importantes en la historia de la Península Ibérica: en el año 238 antes de Cristo, Amilicar Barca desembarca en Cádiz junto a un poderoso ejército. Cruza Sierra Morena y llega al Mediterráneo, donde funda la actual Cartagena. De camino, ¿no se encuentra con la tartésica Corduba? Es probable. ¿La asedió? ¿La conquistó? Es algo que las fuentes escritas no cuentan y quizás responda a partir de ahora la arqueología.

30 años después se produce la gran batalla de la segunda guerra púnica. El general romano Escipión vence en Ilipa, en las inmediaciones de Itálica, y expulsa de la Península a los cartagineses. ¿Qué papel jugó la cercana Corduba durante esa guerra?

Son preguntas que de momento no tienen respuesta. Pero que quizás comiencen a plantearse gracias al hallazgo del hueso de un elefante que es muy grande pero muy pequeño a la vez, que una vez formó parte de la pezuña de un animal que tuvo que llegar a Corduba cruzando el mar.

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