Hallada la fuente pública romana mejor conservada de toda Hispania
No todas las ciudades romanas tenían agua corriente. Solo las que disponían de un acueducto. La mayoría se alimentaban de pozos. Y, por tanto, no en todas las ciudades romanas se ha encontrado el último tramo que tenían los municipios con acueducto: una fuente pública de la que manaba agua corriente. Al norte de la provincia de Córdoba, a unos kilómetros de Fuente Obejuna (un pueblo mundialmente conocido por la obra de Lope de Vega), un equipo de arqueólogos de la Universidad ha hallado prácticamente en su primera excavación en la zona una fuente pública, un lacus, en latín. Se trata, según afirma el profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba y director de la excavación, Antonio Monterroso, del lacus mejor conservado de todos los que se conocen en Hispania. Y se conocen muy pocos.
Este espectacular hallazgo se ha producido en las últimas semanas, en una intervención financiada por el Ayuntamiento de Fuente Obejuna y la Universidad de Córdoba. El propio Monterroso, responsable del equipo Patricia (que une a todas las especialidades científicas de la institución académica que confluyen en la arqueología), ya había identificado la zona gracias a un trabajo previo con drones y vuelos de georradar. Sobre el terreno se había localizado el recorrido urbano que la antigua vía romana que unía Corduba (Córdoba) con Emerita Augusta (Mérida) a través de Sierra Morena. La vía entraba y salía por la ciudad. En un cruce que se identificó se decidió excavar.
“La mejor manera de demostrar que allí había una ciudad era sacando las calles”, ha expuesto este jueves Monterroso, durante la presentación del hallazgo. “Escogimos un cruce de calles. En los cruces pasan cosas, hay inscripciones, altares y en el menor de las ocasiones hay las fuentes. Para que haya fuentes, tiene que haber acueducto. Mellaria lo tenía”, explicaba. El acueducto estaba a 17 kilómetros de distancia. Y bajo ese cruce, una fuente pública, “la más monumental de toda la Hispania romana. No hay ninguna tan enorme”.
La fuente dispone de losas de dos metros de longitud por 1,30 metros de alto. Cada losa tiene un peso de unos 1.200 kilos. Y cada elemento fue extraído de la sierra de Córdoba, caliza para construir “un verdadero monumento”, según ha detallado. Además, se han localizado las losas del pavimento original, así como sucesivas remodelaciones entre los siglos III y V realizadas conforme a capas de tierra sobre base de guijarros hasta conformar una sedimentación de casi dos metros. Igualmente se han recuperado las alineaciones de las fachadas que colindaban con la vía.
La fuente es probablemente de la segunda mitad del siglo I, un momento de esplendor en la zona en la que las minas de Sierra Morena florecieron, alimentaron al imperio romano y contribuyeron a que Córdoba se convirtiese en una ciudad monumental y se consolidase como la capital de la Bética. Pero precisamente gracias a que en el siglo IV y en el V las viviendas que la rodeaban comenzaron a derruirse, estos escombros son los que han ayudado a que se conservara la fuente y también gran parte de la calzada. “El estado de conservación es óptimo”, ha asegurado Monterroso, responsable de este espectacular hallazgo.
La finalidad de estas excavaciones ha sido mostrar el potencial del yacimiento como agente del territorio y de dinamización cultural de Fuente Obejuna y comarca. Ahora las excavaciones se interrumpen en espera de estudiar los resultados de esta primera campaña. Será en primavera cuando se espera que puedan volver a retomarse.
Los resultados han sido expuestos este jueves al rector de la UCO, Manuel Torralbo Rodríguez, y a la alcaldesa de Fuente Obejuna, Silvia Mellado Ruiz. El sábado habrá una visita guiada y posteriormente la fuente se ocultará para protegerla. El objetivo es lograr financiación en un futuro para ponerla en valor y convertirla en un recurso patrimonial único en esta comarca, el Valle del Guadiato.
Esta actividad ha contado con la financiación del proyecto PID2020-114331GB-I00 Ager Mellariensis II: La explotación y el poblamiento del sector central de la sierra de Corduba que no cesaba de ser de oro financiado por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación.
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