La pasión según Cosmopoética

“La ciudad necesita que seamos apasionados”. El teniente de alcalde de Cultura, David Luque, inauguraba con estas palabras un festival literario singular en España, uno de los pocos que aún tiene a la poesía como aliada. Cosmopoética no deja de ser una pasión, que este año se escribe, se escucha y se lee en italiano. “Tienes que abrir tu cuerpo y mente, y aunque haya cosas que no entendamos escucharlas y asimilarlas”, decía Luque, antes de la inauguración del festival más italiano.

Un teatro Góngora que se fue llenando poco a poco de jóvenes (venían a ver el concierto inaugural de Zahara pero escucharon y paladearon atentos poesía en italiano) retumbó con los poemas de Pere Gimferrer y Nanni Ballestrini, dos novísimos que se dan la mano, dos poetas separados por el Mediterráneo pero unidos por el festival cordobés en el escenario. Gimferrer y Ballestrini fueron presentados por otro poeta, cordobés, y director del Cervantes en Roma, Juan Carlos Reche, que moderó un debate profundo sobre la huella de los novísimos, pero que acabó con poesía.

La multitud aguardaba en silencio, sentía esa pasión según Cosmopoética mientras aguardaba el inicio del concierto de Zahara. Sin prisa pero sin pausa, se cerró el telón y se levantó con otro ciclo, inaugurado por Zahara y llamado Conversaciones en Sol Sostenido. Zahara salió al escenario acompañada por el director del festival, Antonio Agredano, que fue directo preguntándole qué es para ella la pasión. “Que todo merezca la pena”, sostuvo la cantante, en una breve entrevista antes de iniciar su recital.

La cantautora Zahara es un referente del indie en España y a lo largo de su carrera ha publicado cuatro discos, pero también es poeta y novelista. Antes de arrancarse con la guitarra se centró en esa pasión que no deja de ser escribir para después componer. “Hay textos que se musicalizan que son poemas por sí solos”, dijo, antes de arrancar en esta fusión que lleva 15 años haciendo Cosmopoética, llenando teatros con poemas con música.