Notorio, un tenorio vacunado contra la covid y que anima a la selección española
El verde, el rojo y el negro vestían el escenario mientras el público esperaba conocer a Notorio, el Don Juan Tenorio de 2021. Con las luces y música ambiente apagadas, situados en la hostería del laurel, aparecía entre las telas un peculiar Notorio reclamando a Ciutti. Acudiendo en estado de embriaguez a la cuarta llamada de Notorio, Ciutti consiguió sacar las primeras risas a los espectadores.
Aludiendo al tiempo con su repetido “la que va a caer” durante toda la obra y su “se me enamora el alma, se me enamora” al hacer mención a Doña Ana de Pantoja, el personaje se ganó al público en el minuto uno.
Con tan solo dos actores y una actriz, la compañía El Ojo de Bululú, representó una comedia hilarante a partir de una adaptación del clásico de José Zorrilla, en la que el lenguaje de la época se mezcló con las expresiones más actuales. Y la actualidad fue lo más destacado del espectáculo, frases como “no me aprietes el brazo, que me pusieron la vacuna ayer” de Notorio o “entérate de cómo se marca un gol, Morata” provocaron carcajadas.
Como en cada obra no faltaron los imprevistos como que la carta de Notorio a Doña Inés volara antes de ser leída por Don Gonzalo, “que se me ha volado y to”, comentaba el personaje. O que uno de los actores retrasara su entrada por sujetar la estructura que tambaleaba por el viento. “Este está sujetando la estructura”, añadía cómicamente el actor en escena.
Destacó la rapidez de cambio de vestuario y de máscara, que identificaba a cada personaje, de uno de los actores. Don Gonzalo, Centellas, Brígida o Ciutti fueron algunos de los interpretados por el mismo intérprete, que prácticamente salían escena tras escena.
La música fue otro de los elementos principales de la obra y que aportaron también comicidad. El Pollito Pío, Follow The Leader o Paquito el Chocolatero fueron algunas de las canciones que sonaron en esta particular versión del Tenorio. Y por si algún espectador pudiera estar durmiéndose, también quedó tiempo para algún que otro susto.
El humor rozaba lo absurdo con un Notorio que se emborrachaba con Cruzcampo o con el desenlace mortal, en el que mucho tuvo que ver un elemento típico de un cuarto de baño y que dio paso a una despedida al ritmo de Thriller, de Michael Jackson.
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