Millás y Juan Diego se citan en el Teatro Góngora
El actor representa el monólogo 'La Lengua Madre' esta noche a las 20.30 para invitar al espectador a reflexionar sobre el lenguaje
Juan José Millás cuenta que descubrió de niño que una palabra “puede arreglarte el día o estropeártelo, porque había palabras que curaban y palabras que mataban”. El escritor advirtió con asombro que las palabras dirigían la vida de los hombres, ya que, “lejos de conquistarlas, según creíamos, eran ellas las que nos colonizaban”, explica.
De esa extrañeza frente a la lengua nació, muchos años después, el monólogo que este viernes 20 de diciembre interpreta Juan Diego en el Teatro Góngora (20.30): La lengua madre, un texto inteligente y mordaz en el que Millás invita al espectador a reflexionar sobre el lenguaje y, a su través, sobre la realidad de la crisis, las palabras que utilizan banqueros y políticos o el sentido de la vida en general. La dirección del montaje corre a cargo de Emilio Hernández, para quien la función es “un viaje por la dignidad amenazada y a punto de ser absorbida por el agujero negro e insaciable de los mercados; ese agujero que se traga tu dinero, tu familia, tu trabajo, tu cultura, tu gobierno, y acaba engullendo tu instrumento más primario: la lengua. Tu lengua madre”.
La obra nació como una conferencia y, según Millás, la idea de transformarla en un texto dramático -tarea en la que han colaborado autor e intérprete- nació del humor. El creador comprobó que su escrito provocaba la risa de la gente desde el primer minuto, ya fuera en España, en México o en Ecuador. Pensó entonces en la posibilidad de adaptar el texto al teatro y de que Juan Diego fuera el encargado de darle vida. La elección del veterano actor, que apenas ha hecho comedia a lo largo de su vida, radica en que “Juan tiene una vis cómica que da miedo”, dice Millás.
A modo de conferenciante, el único personaje de La lengua madre se enfrenta al público arropado por un sencilla escenografía: una pequeña mesa, una silla y una lámpara. Va a hablar sobre la gramática, pero llega un momento en el que deja de mirar los papeles sobre los que arma su intervención, se despista recordando la primera vez que oyó una palabra, y de este recuerdo salta a otro, y de aquí a otra idea rememorada... Desde el escenario, Juan Diego hace coprotagonistas a los espectadores, embarcados en un torrente de palabras y situaciones que los hace reír o guardar un silencio absorto. Su interpretación, dice la crítica, es magistral. Hace suyo el afilado texto de Millás y crea un personaje que, en palabras del autor, “pone los pelos de punta, porque tiene una lucidez asombrosa y porque tiene una ingenuidad terrorífica”. “Va de un lado a otro -añade- con la facilidad del patinador, asocia cosas en principio inasociables, y en el escenario se convierte en un espectáculo como el fuego en una chimenea: no te deja apartar la mirada”.
Estrenada en el Teatro Rojas de Toledo en noviembre del pasado año, La lengua madre ha obtenido desde entonces una magnífica acogida en su gira por los escenarios españoles, un éxito que la crítica sustenta en la riqueza del lenguaje y la inteligente ironía del texto de Millás, el indiscutible talento de Juan Diego y la equilibrada y sabia dirección de Emilio Hernández.
0