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Manuel Vilas habla con Dios en La Bella Varsovia

Manuel Vilas, la semana pasada, en la presentación de su libro 'Listen to me'. | TONI BLANCO

Manuel J. Albert

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El escritor aragonés publica 'Listen to me', una recopilación de textos aparecidos en su perfil de Facebook

Muchos artículos deberían de comenzar con una confesión previa de quien los escribe. Este es uno de ellos. Yo confieso. Confieso que este artículo sobre el libro Listen to me (La Bella Varsovia, 2013), de Manuel Vilas, debía haberse publicado hace unos días. Cuando tocaba. Y no un martes a estar hora. Es lo que tiene confiar estas tareas a un vago.

Al grano. Listen to me, usando la terminología especializada que asoma entre sus 200 páginas, mola. Mola mucho, de hecho. No es para menos. Vilas (Huesca, 1962) habla con Dios -“Vilas, listen to me”, le insiste el Todopoderoso. “Te escucho, Señor”, le responde el escritor-. Vilas habla con Bob Dylan -“Qué bien que te acuerdes de Woody Guthrie”, le comenta con motivo de su 70 cumpleaños. “Sí, bien, muy bien”, le contesta, algo displicente, el cantante-. Vilas habla con el rey Juan Carlos, con Johnny Cash, con Esperanza Aguirre, con Lou Reed, de quien profetiza su muerte. “Es que tengo un don, veo la muerte rondar a la gente”, apunta el aragonés con el humor negro de su tierra.

La lista es infinita. Como los temas que trata Vilas. Y todo es producto del momento eufórico -“una explosión de alegría muy salvaje”, en sus propias palabras- que suele acompañar al escritor cuando comienza el día. Ese primer café le impulsa directo al ordenador y a la herramienta que ha canalizado toda la escritura rápida e inmediata que aparece en Listen to me: Facebook. “Elena y Alejandra lo vieron claro y lo cuentan en el prólogo, que es lo mejor del libro”, afirma tajante Vilas.

“Invierte su tiempo [el escritor] en una actividad lúdica y tan poco provechosa, en apariencia, como la participación en redes sociales”, escriben las editoras. “Vilas observa, informa sobre sí mismo -qué lee, qué ve, qué escucha en Spotify- comparte información o pulsa me gusta cuando le gusta y calla cuando no, como cualquiera que pierde el tiempo frente al ordenador”, prosigue el prólogo.

“Ellas dos han buceado en Facebook desde 2008 y han rescatado todo el material. Las dos sabían que había un libro allí dentro”, señala el escritor. Un libro con el que, además, se ha cumplido uno de los sueños confesables de Vilas: aparecer en una portada. “Como una estrella del rock. Siempre he querido salir. Cuando era más joven me preguntaba por qué los músicos sí aparecían y los escritores no”. Pues ya está. Vilas la ocupa toda, en una foto en blanco y negro que lo mismo podría anunciar sus grandes éxitos musicales.

Y en parte, lo es. Porque la música ocupa buena parte de los textos. Y la literatura también. De los Sex Pistols a Rimbaud. De Ian Curtis a Cernuda. Filias, fobias, obsesiones, diversión y cultura popular -“es que soy un gran defensor”-. En resumen: Facebook en estado puro.

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