Siguiendo la pista de un poético hallazgo sobre un manuscrito de Ricardo Molina
“A veces, uno descubre sin querer, dentro de un libro, un pequeño misterio poético que llevaba escondido quién sabe cuánto”. En La Palabrería, el puesto de venta al peso de libros de segunda mano en el mercado de La Corredera de Córdoba, la catalogación y preparación de un pedido de libros ha traído consigo la aparición de unos escritos entre los que se apunta a un posible manuscrito de Ricardo Molina, poeta del grupo Cántico.
Entre dos páginas de un libro, ha aparecido un sobre con unos antiguos manuscritos: uno de ellos, con el título Cántico a la Inmaculada y la leyenda “Poema autógrafo de Ricardo Molina”, explica que se trata de una creación incluida en las Obras Completas del autor y detalla algunas variaciones del texto sobre el que finalmente quedó publicado. Y añade un apunte más, que resulta ser clave: “No recuerdo cuándo me lo dio Ricardo Molina”. En un folio aparte, con letra distinta, el poema en sí, que supuestamente podría ser el manuscrito de Ricardo Molina.
Investigar la autoría
Con este hallazgo, el propietario de La Palabrería, Miguel Marzo, se propone investigar la autoría real del manuscrito, para certificar si se trata de un poema escrito, de su puño y letra, por Ricardo Molina, que años después ha sido hallado casi por casualidad en un libro de segunda mano.
Se trataba de un lote de libros comprados por internet por La Palabrería, para aumentar los fondos de los textos disponibles para vender al peso en el mercado de La Corredera, explica a Cordópolis su propietario. Cuando estaba “catalogando y preparando los libros para un envío, lo encontré”, relata acerca de cómo halló “un sobre” con los textos.
“Estoy investigando”, mientras apunta a contar con la colaboración de la Universidad de Córdoba o investigadores sobre Ricardo Molina y su obra, para dar los pasos oportunos, “hacer una comparativa” y certificar -o descartar- la autoría del manuscrito encontrado ahora. “Confío en que sea de él”, dice sobre los primeros rasgos que ha analizado, la distinción de letras entre el escrito explicativo y el poema en sí, y la coincidencia de datos que aporta quien fuera propietario del manuscrito sobre las características del poema publicado de Ricardo Molina.
Desde La Palabrería seguirán tirando del hilo de este “poético misterio” que no sería la primera sorpresa que les deparan los libros de segunda mano. Hace un tiempo, en un lote de distintos títulos, apareció uno que pudo ser de Manuel Azaña, con un ex libris -marca que el poseedor de un libro pone a éste para indicar la propiedad-, con su sello particular y cuya autoría investigó un historidador, señalando que “muy posiblemente” el libro en cuestión hubiera pertenecido al presidente de la II República.
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