Vuelta a los centros comerciales: más gente de la esperada y colas en tiendas de ropa y de videojuegos

La sociedad tenía ganas de volver a los centros comerciales. Tan sólo hace falta pasear por Carrefour La Sierra o El Arcángel para constatar que ni una pandemia frena la necesidad de muchos para acudir de nuevo a descambiar productos y a renovar el armario. Desde antes de su apertura, ambos centros ya contaban con personas a sus puertas, testigos del gran trasiego de clientes durante el primer día de Córdoba en la fase 2 de la desescalada.

La primera planta del parking de La Sierra casi al completo hacía presagiar que la reapertura no ha sido tan relajada como se esperaba. Y así ha sido. Todas las firmas de este centro comercial, ya fuera tiendas de hogar, de ropa, de cosmética o de zapatos, han tenido una gran afluencia de clientes quienes, poco a poco, se van acostumbrando a las medidas de higiene, como lavarse las manos antes de entrar en cualquier establecimiento. Mantener la distancia de seguridad ya es otro cantar y cuesta más, ya sea por falta de costumbre o de concienciación. Y no hablemos ya de los dos metros tanto en el exterior como en el interior. Misión imposible para muchos.

Además de haber reforzado sus protocolos de higiene, el centro comercial La Sierra ha puesto en marcha un sistema de conteo para controlar el aforo y dos circuitos de entrada y de salida a los parkings. En este centro, la firma Game es la única que ha protagonizado una larga cola durante la mañana de este lunes, clientes que a pocos metros tenían las mesas y consumidores de la cafetería colindante. Una veintena de personas esperaban la reapertura de la tienda a partir de las 11:00 para devolver productos estropeados o mandar a reparación. No obstante, no todos los establecimientos han decidido abrir este lunes en este centro comercial, como es el caso de Amichi, H&M, Parfois, Marypaz y Oysho.

Los clientes también han tenido que esperar en la tienda que Game tiene en el centro comercial El Arcángel, donde se ha registrado un alto índice de actividad durante la mañana. Al igual ha ocurrido en la tienda Lefties, cuya cola para entrar superaba la segunda pueta. Estas mismas colas se han dado en el interior de otros establecimientos, como C&A, en la cola de pago. En estos grandes almacenes, el aforo ha quedado reducido a algo más de 4.500 usuarios y cuando llega al 90% de su capacidad, el personal de seguridad frena la entrada. Las plazas de parking también se han limitado a la mitad -600 aparcamientos- y la entrada y salida de vehículos se realizan en un sólo circuito.

Dado que el uso de mascarillas es obligatorio, el centro comercial El Arcángel las ha dispuesto gratuitamente para sus clientes -al igual que los guantes-, aunque una hora y media después de su apertura ya se habían agotado. “La gente se las ha llevado a puñados”, protesta una de las trabajadoras. Desde la dirección del centro apuntan que esto podía ocurrir y apelan a la concienciación de la ciudadanía ya que hay que venir de casa con la mascarilla puesta. “Esto no es nada más que una ayuda para quien no traiga”, recuerdan.

Muchos son los clientes que han acudido a este centro en busca de su tienda favorita, Primark, pero se han encontrado con las puertas cerradas. La cadena irlandesa de ropa y complementos ha decidido no abrir aún su establecimiento en Córdoba para adecuarlo de la mejor manera posible a las medidas de seguridad dado el gran aluvión de clientes que recibe cada día. Asimismo, la firma Dealz -que abrió a finales de enero- tampoco ha levantado la persiana. No obstante, y según han confirmado a este medio, la reapertura de estas dos tiendas se realizará “en los próximos días”.