Esas 'toallitas wc' que dejan los ríos hechos un asco...
Si uno es valiente y se atreve a bajar a alguno de los desagües urbanos que llegan al Guadalquivir en Córdoba puede encontrarse con una sorpresa asquerosa: una masa informe y negra de un producto textil cuyos fabricantes señalan que puede ser arrojado por el inodoro de las casas: las toallitas húmedas. Su composición, efectivamente, es biodegradable, pero su esperanza de vida, una vez usadas, excede con mucho la del papel higiénico. El resultado son verdaderos tapones de mierda que pueden llegar al río.
La plataforma Río vivo, se ha acercado esta mañana al Balcón del Guadalquivir. Dos de sus integrantes se han enfundado en botas y pantalones de goma y se han hundido hasta las rodillas en un fango negro habitado, sobre todo, por esas toallas húmedas, salidas del desagüe del arroyo Pedroches, que puede evacuar residuos orgánicos de las cañerías de las casas a modo de aliviadero.
“En Córdoba encontramos varios aliviaderos como éste a lo largo del río a su paso por la ciudad, en el Puente de Miraflores o de San Rafael, por ejemplo, y siempre aparecen estos mismos residuos”, señala, Diego Peinazo, de Río Vivo. “Lo que pedimos a la empresa municipal de aguas, Emacsa, es que emprenda una campaña fuerte para concienciar a los cordobeses de que no tiren al inodoro estas toallitas húmedas no sólo porque pueden colapsar las propias cañerías de las comunidades sino porque pueden llegar al río”, señala Peinazo.
Pero en un plano más amplio, la plataforma exige a los fabricantes que no indiquen en su etiquetado que su producto puede ser desechado por el wc, sino que debe tirarse en los contenedores amarillos: los mismos donde se depositan los plásticos y los tetrabrikcs.
Si no se hace, la generalización de este tipo de material higiénico pueden seguir dando problemas. Y cada vez más, por el aumento de sus uso. “El efecto en los ríos ya se nota. Terminan en los lechos y afectan a la flora y a la fauna, especialmente de invertebrados, aunque ya hemos encontrado garzas enredadas en estos tejidos. Hoy mismo, en este aliviadero del arroyo Pedroches no hemos encontrado los clásicos invertebrados que deberían aparecer: solo sanguijuelas”, termina Peinazo.
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