Una sociedad científica acredita la excelencia en técnicas de neumología intervencionista del Hospital Reina Sofía
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) ha concedido la acreditación de Unidad de Alta Complejidad, con criterios de Excelencia, a la Sección de Broncoscopia y Neumología Intervencionista del Hospital Universitario Reina Sofía. Este reconocimiento pone de manifiesto el elevado nivel de calidad asistencial en el diagnóstico y tratamiento de las personas con enfermedades respiratorias.
El Hospital Reina Sofía es el único centro de Andalucía que ha conseguido este reconocimiento, que, entre otros cometidos, persigue homogeneizar directrices entre unidades y sociedades científicas e identificar centros de referencia, que, a su vez, puedan servir de modelo a otras unidades para mejorar la calidad de la atención y los cuidados que se prestan a los pacientes.
Asimismo, esta acreditación de Separ viene a premiar la experiencia y la pericia del equipo humano que forma parte de esta unidad, su actividad asistencial, investigadora y docente. La Unidad de Broncoscopia Intervencionista está liderada por las neumólogas Marisol Arenas y Cristina Gómez, quienes coordinan la labor de enfermeras, técnicos en cuidados de enfermería, auxiliares administrativos y celadores. “La acreditación de Separ es un modo de avalar el trabajo diario de un magnífico equipo con una gran calidad humana y profesional”, señala la doctora Arenas.
Los profesionales del hospital cordobés realizan más de un millar de exploraciones broncoscópicas cada año, utilizando tecnología avanzada para abordar procesos respiratorios cada vez más complejos y de una forma menos invasiva, es decir, con mayor comodidad para el paciente y menor riesgo de complicaciones. “El diagnóstico del cáncer de pulmón es el motivo más frecuente para llevar a cabo este tipo de procedimientos y se precisan de técnicas como la ecobroncoscopia radial o lineal, las cuales permiten trabajar con precisión milimétrica en zonas muy cercanas a órganos vitales. La filiación microbiológica de procesos infecciosos pulmonares o la evaluación de la vía aérea en personas sometidas a un trasplante pulmonar son también indicaciones habituales”, prosigue la neumóloga.
Precisamente, el seguimiento broncoscópico “es un aspecto clave” para que los nuevos pulmones trasplantados sigan funcionando con normalidad durante años después la cirugía, ya que permite “solucionar las complicaciones que puedan surgir, como son la estenosis o estrechez distal a la sutura y la obstrucción bronquial, entre otras”, concluye la especialista.
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