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La sequía provoca un riesgo muy alto por incendios forestales en pleno invierno

Un bombero del Infoca lucha contra el fuego

Alfonso Alba

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Incendios forestales en invierno. Cada semana desde que comenzó el año, el Plan Infoca de la Junta de Andalucía atiende varios incendios forestales. El último se declaró y apagó el pasado sábado en Serón, Almería. El viernes se extinguieron dos en la provincia de Granada. Y el miércoles se declaró otro en Roquetas de Mar (Almería) que se dio por apagado el jueves. En todos se movilizaron medios aéreos de transporte y extinción, en una imagen inusual. A mediados de febrero, los trabajadores del Infoca deberían dedicar toda su jornada laboral a prevenir incendios forestales (trabajando en el monte, desbrozando cortafuegos...) y no apagándolos.

Este lunes, el sistema Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea que ha sido clave en el seguimiento de la erupción del volcán de La Palma, publicó una alerta en sus redes sociales. El satélite puede detectar desde el espacio el estrés hídrico de la vegetación en la Península a causa de la sequía. Según Copernicus, ahora mismo la situación es extrema en todo el sur de la Península Ibérica, lo que supone un riesgo importante de que se produzcan incendios forestales en pleno invierno, algo absolutamente inusual.

Fuentes del Plan Infoca en Andalucía, uno de los mejores sistemas contra los incendios forestales en España, admiten la preocupación. “Solo hay que darse una vuelta por el campo”, detallan. En la provincia de Córdoba apenas han llovido dos litros en lo que va de 2022. El déficit hídrico es extremo, aunque ahora mismo el gran riesgo de que se produzcan incendios forestales está en las zonas de monte más próximas al Mediterráneo.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) dispone en su web de un mapa que informa sobre los lugares con más riesgo para sufrir un incendio forestal. En situaciones normales, el mapa aparecería coloreado de azul (el riesgo más bajo). Pero comienza a poblarse de manchas amarillas, anaranjadas y rojas (el nivel de riesgo extremo). Las manchas se extienden por las provincias de Málaga, Granada, Almería, Murcia, Alicante, Valencia, Castellón, Tarragona o Barcelona.

La clave para que un incendio forestal se propague de manera peligrosa está en la triple 30: 30 grados, menos del 30% de humedad y vientos de más de 30 kilómetros por hora. A mediados de febrero aún no se han alcanzado temperaturas tan altas, aunque sí que se prevé un incremento de los valores a lo largo de la semana.

“La situación es bastante seria”, aseguran desde el Infoca. “No solo por el riesgo actual sino por lo que se avecina”, exponen. Si sigue sin llover aumentará el déficit hídrico y a cada grado que aumente la temperatura se incrementará también el riesgo de incendio forestal.

Todos los ojos están puestos ya en la primavera. Si no es húmeda, la situación será crítica. Y toda prevención es poca. Por ley, en Andalucía está prohibido hacer fuego en el campo o circular con vehículos a motor por parajes protegidos desde el 1 de junio y hasta el 1 de octubre. Pero es febrero y ya hay incendios forestales que acaban movilizando recursos del Infoca para extinguirlos. Por eso, cada día se insiste en la prevención, especialmente de los agricultores en la quema de la poda y también de los propietarios de viviendas cercanas a zonas forestales.

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