ENERGÍA

“Renovables sí, pero así, no”: una marcha vecinal contra una megaplanta solar

A las 9:30 de este domingo, los vecinos de la aldea de Morente, en Bujalance (Córdoba) y de su entorno comenzaban una marcha a pie para manifestarse contra el proyecto por el que se pretende levantar una megaplanta de energía fotovoltaica en tierras de esta pedanía.

Vecinos y varias asociaciones de la comarca han constituido la Plataforma Stop Megaplantas Solares Alto Guadalquivir y protestan contra el proyecto en sus tierras: “Renovables sí, pero así, no”, reza la pancarta que sintetiza su posicionamiento y que se ha visto entre quienes han hecho la marcha a pie, pero también en los tractores que se han sumado y los ciclistas que han acompañado la protesta, según han informado a Cordópolis desde la organización.

Señalan que la Mancomunidad Cordobesa del Alto Guadalquivir, “por su ubicación privilegiada, por sus horas de sol y sus grandes extensiones abiertas de tierras de cultivo, ha sido escogida por las grandes promotoras de plantas solares fotovoltaicas como lugar favorable para establecer grandes complejos de generación de energía solar”.

Pero los promotores de la protesta -a la que se han unido también miembros de los gobiernos municipales y la oposición de pueblos como Pedro Abad y Bujalance-, rechazan de plano la construcción de la sucesión de varias plantas fotovoltaicas conectadas entre sí que prevé este megaproyecto, que incluye expropiar tierras a la Casa de Alba. Los seis kilómetros de la marcha a pie que han realizado entre Pedro Abad y Morente, han incluido un trayecto por las tierras afectadas por este proyecto -a la altura de la finca de El Hierro-, que no ven con buenos ojos. ¿Por qué?

“Devastación del paisaje y el suelo”

Un manifiesto, leído al término de la manifestación, sintetiza los argumentos de estos vecinos. El texto señala que han pasado dos décadas desde que comenzaran a instalarse complejos de energía renovable a gran escala en la Península y que durante este tiempo se ha logrado el “consenso científico” que constata que “una transición energética capaz de afrontar los retos de la crisis climática no puede consistir en una transición meramente tecnológica” que no preste atención hacia el territorio.

Critican que el modelo energético centralizado “satura los territorios” con macroplantas que resultan “devastadoras para el paisaje, la biodiversidad, el suelo agrícola y la sociedad”.

Y apuntan que “las energías renovables requieren de grandes extensiones de terreno, por lo que su desarrollo supone una nueva presión sobre el territorio y los seres vivos que lo habitan. Un daño al equilibrio y cohesión del territorio, a la biodiversidad y al desarrollo local sostenible, a la población, al empleo y actividad agraria, al suelo fértil con ocupación de 2 miles de hectáreas, a la producción de alimentos, a la economía de los municipios, al paisaje, al turismo… expulsión de población local y el agravamiento de la despoblación, dada la nula creación de empleo y contribución a la economía local, lo que además llevará a aumentar el desequilibrio estructural de nuestro territorio”.

Por ello piden que tengan en cuenta todos los impactos y límites asociados al desarrollo de dichas fuentes: “Estos impactos son mayores mientras más grandes sean las instalaciones, es decir mientras más centralizadas estén. A ello hay que añadir la construcción de centros de transformación, las líneas de evacuación tanto aéreas como soterradas y resto de infraestructura necesaria. En definitiva, un cambio sin precedentes el que sufrirá el entorno nuestra comarca y nuestros pueblos”.

Mientras tanto, ya se han presentado un centenar de recursos de alzada contra el proyecto, que uniría cuatro plantas que cruzarían los términos municipales de Bujalance, Pedro Abad, El Carpio, Montoro y Córdoba, ocupando 619,72 hectáreas.

Al término de la marcha a pie, los organizadores han informado de “un compromiso político” para trabajar desde la Mancomunidad del Alto Guadalquivir y la Diputación Provincial de Córdoba sobre este asunto para el que los manifestantes piden su paralización.