El nuevo acceso al Jardín de Orive y el Pabellón Ferrobús de Palma logran el XVIII Premio de Arquitectura
El Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba (COACo) ha concedido el XVIII Premio de Arquitectura Félix Hernández al nuevo 'Acceso Occidental al Jardín-Huerto de Orive', de los arquitectos Rafael Luis García Castejón y María Muñoz Romero, y al 'Pabellón Ferrobús' de Palma del Río (Córdoba), de los arquitectos Juan José Baena Martínez, Marta Gómez Martínez y Joanna Ewa Jedrus Cabrera.
Según ha informado el COACo en una nota, este galardón de carácter bienal reconoce desde 1982 la arquitectura de excelencia realizada en Córdoba, en cumplimiento de los estatutos del Colegio de Arquitectos, que también persiguen la divulgación de los valores culturales y sociales de la arquitectura y, en esta nueva edición, han sido un total de 14 los proyectos han concurrido a este premio, que será entregado en una gala que se celebrará el próximo 25 de septiembre.
El proyecto para la conexión occidental del Jardín de Orive con la calle Capitulares ha obtenido el premio en la categoría de 'Intervención en espacio público'. La actuación, que afecta a unos 940 metros cuadrados y que fue inaugurada en junio de 2023, creó un nuevo itinerario accesible, señalizado e iluminado, como parte de las fases que progresivamente se han desarrollado en esta manzana de la ciudad de Córdoba desde 2004 y que incluyó la apertura al público del jardín o la reforma de la sala capitular de Orive.
De esta fase, el jurado ha valorado la “arquitectura del silencio” que reconoce las huellas de lo existente para ponerlas en valor en ir generando secuencias de emoción en el recorrido“. El proyecto de los arquitectos Rafael Luis García Castejón y María Muñoz Romero destaca por su valor como ”proceso urbano que ha permitido, de la mano de la Administración, recuperar para la ciudad un espacio fundamental de manera equilibrada, serena y respetuosa con el entorno“.
Así lo ha señalado el jurado, que también ha animado al Ayuntamiento de Córdoba a proponer otra ubicación para las “inoportunas instalaciones de Sadeco en la calle Capitulares”. La intervención ahora premiada conllevó igualmente la plantación de 20 árboles en el recorrido, vegetación tapizante como refugio paisajístico y bioclimático, la restauración de la portada ornamental renacentista asentada sobre el borde de la alberca de la almunia omeya hallada en el proceso de la obra y la restauración de los arcos ojivales en el paso bajo el edificio neogótico del convento.
Por su parte, la reforma del pabellón deportivo del CEIP Ferrobús en Palma del Río, que ha obtenido el premio en la categoría de 'Obras de reforma o rehabilitación', supuso la creación de un espacio deportivo comunitario versátil y sostenible, punto de encuentro inclusivo para promover la participación y el sentido de pertenencia de los vecinos hacia el barrio del V Centenario, donde se ubica.
La transformación favorece el uso por asociaciones y organizaciones fuera del horario lectivo y el flexible programa arquitectónico permite albergar diversas actividades deportivas. No se trata de una mera rehabilitación funcional, sino de transformar espacial, urbana y socialmente este equipamiento y convertirlo en una infraestructura abierta al servicio de la colectividad.
En términos de sostenibilidad, la optimización de la estructura metálica y la aplicación de una envolvente que combina cerámica esmaltada, policarbonato y chapa grecada, contribuye a reducir la huella ambiental del edificio. Precisamente, la envolvente colabora en la eficiencia térmica y acústica al tiempo que prioriza la entrada de luz natural y ventilación y otorga una nueva identidad al espacio. El interior, con diseño cromático artístico, busca crear un entorno atractivo y estimulante para los usuarios.
El jurado ha valorado el trabajo de los arquitectos Juan José Baena Martínez, Marta Gómez Martínez y Joanna Ewa Jedrus Cabrera por asimilar “con naturalidad la preexistencia del solar, resolviendo con sencillez y pulcritud, en un mismo gesto, la imagen urbana y el programa funcional”, y también ha resaltado la “altísima eficacia en términos éticos, de sostenibilidad y funcionamiento del edificio, con un excelente comportamiento bioclimático, a partir de ”dotar a la estructura de una envolvente industrializada y precisa“.
En la misma categoría, el jurado ha decidido destacar con una mención especial la restauración del Castillo de Luque, del arquitecto Manuel Roldán Fernández y promovida por el Ayuntamiento del municipio, por “preservar las estructuras originales, recuperar la memoria colectiva de la comunidad e incorporar una lectura contemporánea en espacios y texturas”. El jurado, por último, ha determinado dejar desierto el premio en la categoría de 'Obra de Edificación de Nueva Planta'.
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