Cuando la Lotería de Navidad vuelve a un bar de una pequeña barriada de Córdoba diez años después
Un Gordo tardío que se ha juntado con la cervecita y el refresco que tienen sabor de fin de semana. Como cada viernes, el bar Mariqui se ha ido llenando de vecinos en torno a las 12:30 ajenos totalmente a que, a las 13:16, Yesica Paola Valencia Gómez y Francisco Moreno Durán iban a cantar El Gordo del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad, dotado con 4.000.000 euros a la serie. Se ha convertido así en el más tardío de la historia y a todos en Villarrubia, una pequeña barriada de Córdoba, les ha pillado a todos con el pie cambiado.
La suerte ha caído en el bar Mariqui, abierto desde hace 57 años. Hoy, su propietario, Francisco García Bueno, seguro que ha recordado alguno de los momentos vividos en 2013, cuando el azar quiso que parte del segundo premio del sorteo de El Niño lo entregara él mismo a una vecina de la barriada. Diez años después, la fortuna lo ha vuelto a visitar, aunque de una manera más impersonal, ya que Francisco no sabe, asegura, quién ha sido el agraciado del único boleto que ha vendido mediante la máquina.
Así que, ¿quién habrá sido el afortunado? Había quienes, entre risas, se aventuraban a afirmar el lugar de procedencia del ganador. “Quizás ha sido alguien de Barcelona que vino, lo compró y se fue”. O, incluso, la primera decisión que habría tomado tras enterarse. “Cuando lo ha sabido, seguro que se ha ido corriendo”.
Quien no ha huido, eso es seguro, es Francisco, quien, aún teniendo de fondo el sorteo en la televisión, ha sido un sobrino quien le ha comunicado la noticia. “Yo qué voy a pensar”, asegura el empresario mientras no deja de servir a los clientes. Porque a él no le ha cambiado la vida, aunque reconoce que es “toda una ilusión” dar alegría en forma de millones.
Al fondo de su bar, Francisco ha ido colocando los diferentes carteles que acreditan los premios que ha regalado a lo largo de la historia de su establecimiento, que desde hace 30 años vende lotería. Ahora deberá colocar otro que le ha entregado el delegado comercial de Loterías y Apuestas del Estado en Córdoba, Francisco Quesada. Tanto él como el resto de sus cinco compañeros han sido los encargados de repartir estos recuerdos a todos los loteros y empresarios que, a lo largo de la mañana de este viernes, se han convertido en tréboles de la suerte.
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