La gasolina por las nubes y estantes vacíos: así se nota la guerra de Ucrania en Córdoba
Era una broma, pero encierra una buena parte de verdad: “¿Si las sanciones son a Putin por qué las estoy pagando yo?”. La pregunta se la hacía un joven mientras desayunaba este miércoles en una cafetería en Córdoba. Al otro lado de la barra, la propietaria le contaba que el día anterior le había sido imposible encontrar aceite de girasol y había empezado a ver que faltaba harina. Y, allí donde había aceite, los precios estaban altísimos comparados con sólo hace una semana.
“Lo peor de estas cosas es que luego no bajan”, se quejaba amargamente la hostelera, mientras seguía con sus quehaceres diarios. Probablemente, ella, al igual que muchos restauradores de la ciudad, se estén preguntando si el bolsillo de sus clientes podría soportar una subida de precios, del mismo modo que ellos afrontan la escalada de precios que viene sufriendo el país desde hace meses y que ahora, definitivamente, se va a agudizar por los efectos de la guerra en Ucrania, que ha paralizado las exportaciones del llamado “granero de Europa”.
Desde el pasado sábado, el conflicto armado se nota en los estantes de los supermercados. Algunas distribuidoras comerciales comenzaron a limitar la venta de aceite de girasol en sus establecimientos, ante la avalancha de clientes que, en los días previos, optaron por hacer acopio de este producto, que se ha convertido en el nuevo “papel higiénico” (que fue el producto más demandado durante la pandemia).
Efecto rebote en el precio del aceite de oliva
Ante la inusual subida de la demanda, algunas cadenas no sólo han optado por limitar el número de unidades que se pueden comprar (algo que, según la asociación de consumidores Facua es “ilegal”), sino que han decidido especular con los precios y subirlos. En estos momentos ya está en dos euros el litro, y los expertos sostienen que es bastante posible que el precio del aceite de girasol supere al del aceite de oliva en las próximas semanas, si los consumidores siguen con la tendencia de acopio de los últimos diez días.
También es posible que haya efecto rebote y lo que ocurra es que suban los dos. En los últimos días, el precio por litro de aceite de oliva también ha subido y ahora mismo está en 3,4 euros. Según explican algunos usuarios, la falta de aceite de girasol está provocando que también haya un consumo inusual de aceite de oliva. Se trata de un comportamiento irracional, dado que España es la primera potencia del mundo en aceite de oliva, mientras que en aceite de girasol depende efectivamente de otros mercados.
En Deza, la principal cadena cordobesa de supermercados, de hecho venden aceite de girasol español. Las principales marcas son Coosol y Alteza. En los últimos días, explican que han mantenido el precio de venta en base al precio de compra al fabricante. También indican que, debido a que en otros establecimientos “el precio de este aceite se ha disparado”, algunos clientes “están viniendo en masa a nuestros establecimientos a comprar este producto”.
Hasta este martes, Deza, de hecho, no había impuesto ninguna limitación. Hace 48 horas se limitó la venta, tras detectar que algunas personas entraban a comprar varias veces al supermercado para poder llevarse las botellas de aceite. La limitación ha durado poco, dado que Facua ha advertido de que es una medida de dudosa legalidad. Así que, tras conocer su incapacidad para regular el número de unidades, en Deza no descartan ahora subir el precio. “El mensaje más importante ahora es pedir a los clientes que, por favor, compren con cabeza, porque si siguen así van a dejar a los demás sin aceite y nos van a obligar a todos a subir precios”, señalan desde esta superficie.
La gasolina en máximos históricos
La gasolina y el diesel también están en máximos históricos en Córdoba, donde el precio del litro de Sin Plomo 95 roza los dos euros en algunos surtidores de la ciudad. Llenar el depósito es hoy un 25% más caro que hace un año. Pero es que, en apenas tres semanas, el precio del diésel ha escalado hasta precios nunca vistos en Córdoba, por encima de 1,70 euros el litro.
Y eso que, por el momento, el precio del petróleo está lejos del máximo histórico (por ejemplo estuvo más alto en 2008, en plena crisis financiera, cuando el barril de Brent superó los 140 dólares). Es decir, mientras el precio del petróleo siga subiendo, es posible que el precio de la gasolina también lo haga, aunque está por ver en qué porcentaje y con qué precio final.
Todo porque el precio de los carburantes depende de múltiples factores más allá del precio del propio petróleo. Aquí se incluyen los impuestos, los márgenes y el coste de la logística. Por cierto, aunque los precios sean escandalosos, en España pagamos un 5% menos de impuestos por la gasolina que la media Europea, según los últimos datos de un informe de la Comisión Europea.
Regular la calefacción
Además, este miércoles, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha lanzado una advertencia a la población europea y española disfrazada de recomendación. Borrell ha pedido un esfuerzo colectivo a los ciudadanos para bajar la calefacción en sus casas y cortar los lazos económicos con Rusia en represalia por la ofensiva militar contra Ucrania.
“Corten el gas en sus casas, disminuyan la dependencia de quien ataca a Ucrania y comprometámonos mas en una defensa colectiva”, ha afirmado el político español, que ha comparado bajar la calefacción en las casas con el uso de la mascarilla durante la pandemia. “Lo que hemos hecho durante el coronavirus hay que hacerlo con Ucrania. Un compromiso colectivo ante una tarea histórica. Hemos empezado tarde, pero más vale tarde que nunca”, ha señalado.
La invasión rusa del país vecino abre, según Borrell, una nueva era histórica que marcará las políticas europeas las próximas décadas. En este sentido, ha avisado de que la cascada de sanciones europeas tendrán que reforzarse y mantenerse en el tiempo, tras indicar que la respuesta inicial frente a Moscú “no es suficiente”.
Los piensos y los fertilizantes
Y, si mala es la situación doméstica, en el campo la situación empieza a ser terrorífica. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha destacado este miércoles se ha referido a la situación de los piensos, concretamente del abastecimiento de maíz procedente de Ucrania. En este ámbito, el ministro ha señalado que el Gobierno está tratando de flexibilizar las condiciones de importación en la Unión Europea y ampliar la superficie de producción de forma excepcional para lograr ese abastecimiento que es “tan necesario”.
Asimismo, se ha referido también a los fertilizantes, directamente vinculados al precio del gas, y en este sentido ha afirmado que España tiene “un punto muy positivo”, ya que mas del 50% de su aprovisionamiento es de producción nacional.
“Este es un momento particularmente grave, particularmente excepcional, de guerra en Europa”, ha subrayado el ministro de Agricultura, quien ha asegurado que el Ejecutivo está actuando y respondiendo, al tiempo que ha destacado como “tema fundamental” la autonomía estratégica europea en relación con el sector alimentario.
El lado bueno, ha señalado Planas, es la “gran suerte” de España al ser el primer productor del mundo de aceite de oliva, con el 45% de la producción mundial en un contexto marcado por la guerra de Ucrania, principal proveedor de aceite de girasol. “Vamos a buscar nuevas fuentes de importación, nuevos países de origen, pero tenemos una gran suerte, somos el primer productor del mundo de aceite oliva, con el 45% de la producción mundial, y no tenemos un problema de grasas vegetales”, ha asegurado Planas en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.
0