Un estudio demuestra que la salud mental en los comienzos del confinamiento se vio más afectada en mujeres
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Loyola y la Universidad de Málaga, liderado por el investigador Javier Fenollar Cortés, director del Máster en Intervención Psicológica en Infancia y Adolescencia de la Universidad Loyola, ha demostrado que al comienzo del confinamiento domiciliario debido a la pandemia provocada por el Covid-19 el sexo femenino mostró mayores síntomas depresivos, de ansiedad y de estrés.
Sin embargo, a medida que avanzaba el tiempo, las mujeres mejoraban rápidamente los resultados en la mayoría de las medidas psicológicas analizadas en el estudio, hasta alcanzar niveles indiferenciados respecto a los hombres en dichas medidas, según informa la Universidad Loyola en una nota.
El artículo titulado 'Gender Differences in Psychological Impact of the Confinement During the COVID-19 Outbreak in Spain: A Longitudinal Study', publicado en la revista Frontiers in Psychology, pone además de manifiesto “la necesidad de desarrollar estrategias para reducir el impacto psicológico que provoca esta situación mundial sin precedentes”.
Este trabajo se ha realizado de forma longitudinal a lo largo de seis semanas, desde el 24 de marzo hasta el 4 de mayo de 2020, período en el que se produjo el mayor encierro general en España. Para llegar a los resultados obtenidos se realizaron tres tipos de entrevistas a lo largo de tres periodos a 164 participantes entre 18 y 77 años con una metodología aprobada por el Comité de Ética de la Universidad Loyola.
Los cuestionarios analizados evaluaban los síntomas relacionados con la depresión, la ansiedad y el estrés, así como el valor del afecto, el malestar del sujeto y el bienestar psicológico.
Asimismo, se recogieron datos sociodemográficos como el género, el sexo, el estado médico, el nivel educativo, las condiciones de vida, el estado civil y el estado laboral. Se realizaron pruebas adicionales para explorar las posibles diferencias dentro del grupo en cada una de las medidas psicológicas a lo largo del encierro, diferenciando por género.
Posteriormente, todo ello se evaluó mediante una serie de escalas avaladas por la comunidad científica capaces de medir los afectos positivos y negativos, la depresión y la ansiedad como la Escala de Impacto de los Eventos (IES), un autoinforme para medir la angustia subjetiva actual relacionada con un evento específico, entre otras herramientas habituales.
A principios de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el Covid-19 como una emergencia de salud pública de interés internacional, por lo que en marzo de 2020 las autoridades españolas establecieron un confinamiento obligatorio en el país.
Pero más allá del riesgo médico, la pandemia del Covid tiene “un impacto psicológico en la salud mental de la población”. El brote inicial provocó “una sobrecarga de información en los medios de comunicación, compras de artículos de primera necesidad por pánico, sentimientos de aislamiento social y síntomas relacionados con la alteración de los planes cotidianos”.
Según estudios anteriores tanto antes como después de esta situación de pandemia, “la mujer habitualmente presenta una mayor vulnerabilidad psicológica”.
Es por ello que “este estudio se vuelve necesario a la hora de establecer mecanismos de seguimiento y control de la salud mental específicos para cada sector de la población en función del género, además de realizar seguimientos tanto a corto como a largo plazo” como es el objetivo futuro de los investigadores de la Universidad Loyola.
0