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Un enero sin lluvia a la vista agudiza la sequía y complica las campañas agrícolas

El río Guadalquivir a su paso por el Puente Romano

Alfonso Alba

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Enero, frío, seco y heladero. Eso es lo que dice el refrán, tan repetido por los agricultores. Aunque este mes de enero está siendo mucho más seco de lo que debe. Y no hay lluvia a la vista. La falta de precipitaciones sigue agudizando el periodo de sequía que sufre la cuenca del Guadalquivir sin que aún haya sido aprobado, por parte del Gobierno, el real decreto que reclamó en noviembre la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y que permitiría a los agricultores y ganaderos comenzar a solicitar ayudas por los daños previstos.

Según los datos de la estación principal de la provincia, la de Córdoba Aeropuerto, en lo que va de mes ha llovido 0,8 litros. La media de lluvia en enero en Córdoba, según los datos la AEMet analizados por Miguel Moya, del Colectivo Meteofreak, es de 69 litros. Las previsiones a medio plazo señalan que es probable que no llueva más en lo que queda de mes, lo que no agudizará la sequía en uno de los meses en los que no debería ocurrir.

Los agricultores tienen la vista puesta ya en la primavera. O de repente se trata de una primavera excepcionalmente húmeda o será prácticamente imposible que haya riego para mantener los cultivos en la provincia. Hay dos que pueden sufrir especialmente: los almendros y los cítricos. Estos árboles pueden acabar secándose por falta de lluvia y de regadío, y sus productores tardarán varios años en recuperar la producción. El olivar de regadío puede sobrevivir varias temporadas en secano. Eso sí, el precio a pagar es una reducción drástica de la producción. Pero los frutales y especialmente el almendro y los cítricos podrían hacer perder la arboleda al completo, y obligar a los agricultores a replantarlos.

Actualmente, en los embalses de la provincia de Córdoba hay 787 hectómetros cúbicos de agua. Es decir, los pantanos están al 23% de su capacidad. El año pasado, en esta misma semana, los embalses tenían 965 hectómetros cúbicos de agua (el 30% de su capacidad). Pero la media de los últimos diez años es de casi 2.000 hectómetros cúbicos (al 58%). Solo en la campaña de regadío de 2021, desde el 1 de mayo, salieron de los embalses de la provincia 450 hectómetros cúbicos de agua. Esa misma cantidad se vislumbra hoy como imposible. Hacerlo significa vaciar los embalses y acabar con la reserva de agua para el consumo de las ciudades.

El Valle del Guadalquivir vivió en diciembre un temporal de lluvia excepcional. De media, precipitaron unos 160 litros en la provincia en apenas cinco días. Pero era tanta la necesidad de agua del campo, estaban tan secos los acuíferos, que el nivel en los embalses apenas si subió un 1%. Desde entonces, han seguido llegando aportaciones de agua a los pantanos de la provincia, pero han sido muy escasas. Eso sí, hay algunos pozos en los que al menos se ha calmado la sed. Pero esa lluvia ha sido claramente insuficiente.

Ese agua sí que ha contribuido a dar viabilidad a los cultivos de secano de invierno. También contribuyó a mejorar la campaña de la aceituna. Pero poco más. Los agricultores y ganaderos de la provincia de Córdoba comienzan a mirar ya a la primavera. Si febrero se desarrolla frío y heladero como enero, el desastre económico, agrícola y ambiental está garantizado.

La Breña II no llega ni al 17% de su capacidad, en Iznájar tampoco se alcanza el 25% y en Sierra Boyera no hay ni una cuarta parte del agua posible. Estos tres embalses son los grandes termómetros de la situación en la provincia. Del primero depende gran parte de la viabilidad del riego de la Vega del Guadalquivir, del segundo la del sur de la provincia y del tercero del agua de la enorme cabaña ganadera del norte de Córdoba.

Mientras tanto, se sigue esperando a la aprobación del real decreto de sequía por parte del Consejo de Ministros. La Confederación declaró la sequía en noviembre y arbitró algunas medidas. Pero la llave de las ayudas solo la puede desechar ese real decreto que, de momento, sigue pendiente de aprobación.

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