Cronología de la respuesta municipal ante un apagón para el que no existe un protocolo

Un nuevo examen para el que no existía un protocolo. La ciudad de Córdoba, como el resto del país, se vio sorprendida por el apagón masivo que ha dejado a oscuras a toda la Península Ibérica y que, en el caso de la capital cordobesa, obligó a activar una serie de medidas de actuación similares a las aplicadas hace cinco años para hacer frente a la pandemia de la Covid-19 o, hace solo un mes, para las posibles inundaciones por las lluvias copiosas de marzo.
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha reconocido este martes que en la ciudad no existía un protocolo específico ante esta emergencia, si bien el Ayuntamiento de Córdoba movilizó rápidamente sus recursos y coordinó esfuerzos con otras administraciones y entidades para minimizar el impacto y recuperar la normalidad.
Bellido ha tratado de trazar una cronología de la respuesta de unas 16 horas en las que, afortunadamente, no ha habido que lamentar incidentes graves o muy graves y que, por la información que se tiene ahora mismo, no hay víctimas mortales.
La cronología que ha dado el regidor es la siguiente: el apagón se produjo a las 12:32 horas. La primera medida urgente fue trasladar el centro de emergencia del Ayuntamiento a la sede de la Policía Local, un edificio que sí estaba preparado para este tipo de situaciones, contando con luz y conectividad.
La primera consecuencia visible y una prioridad inmediata fue la afectación a la regulación semafórica. La respuesta de la Policía Local fue calificada de extraordinaria, excelente y rápida. Poco después de la 13:00, los primeros cruces semafóricos ya estaban regulándose, y progresivamente se cubrió toda la ciudad.
También se realizaron actuaciones de vallado en glorietas para simplificar el tráfico. El alcalde ha agradecido la disposición y el trabajo “excepcional” de muchos agentes de Policía Local que acudieron voluntariamente o extendieron sus turnos.

84 rescates por parte de los bomberos
Casi inmediatamente después, la segunda preocupación fue el rescate de personas atrapadas en ascensores y cocheras. El Servicio de Extinción y Salvamento de Córdoba (Bomberos) tuvo un papel fundamental. A lo largo del día de ayer, realizaron un total de 84 intervenciones, la mayoría de ellas consistiendo en apertura de ascensores, que fue la primera gran oleada de actuaciones.
También atendieron servicios de carácter social, asistiendo a personas enfermas o con dificultades. El jefe de Bomberos, Daniel Muñoz, detalló que contaron con una dotación de 24 efectivos reforzados.
En paralelo, se declaró la emergencia para asegurar el funcionamiento de servicios críticos. El primero fue el suministro de agua. Córdoba cuenta con una reserva de agua depurada para 38-40 horas sin suministro eléctrico, pero era vital asegurar el bombeo en ciertas zonas y la continuidad del servicio si la situación se prolongaba.
Desde las 2 de la tarde, se instalaron 11 generadores en instalaciones de Emacsa para garantizar que el suministro de agua no se interrumpiera.
La caída de las comunicaciones fue otra dificultad importante. El Ayuntamiento se apoyó en sus redes de seguridad existentes: la red Tetra y una malla de comunicación independiente de Infraestructuras, que fueron fundamentales para mantener la coordinación interna.
Un tercer servicio crítico asegurado fue Mercacórdoba para garantizar el suministro alimentario. Se envió un generador cedido por la plataforma logística andaluza de Cruz Roja para asegurar su funcionamiento durante la noche. Aunque Merca Córdoba recuperó la luz temprano, el generador estuvo dispuesto.

3.800 litros de gasoil gastados en generadores y respostaje
Para asegurar la operatividad de los vehículos municipales y otros servicios, fue esencial garantizar el suministro de combustible. Se recurrió al depósito de Aucorsa, que almacenaba 90.000 litros de gasoil y del que se consumieron casi 4.000 litros (3.800, concretamente) en un solo día. Este gasoil se usó para repostar vehículos de la Policía Local, Bomberos y otros servicios.
También se hizo inventario de depósitos en colegios (contaban casi 100.000 litros de reserva) disponibles para generadores. Además, se prestó gasoil a la Subdelegación del Gobierno, la estación de Renfe (que vivió una situación crítica) y se aseguró un respaldo al Hospital Reina Sofía.
Una fase posterior, pero igualmente vital, fue la atención a personas con problemas muy concretos, como enfermedades o necesidad de oxígeno, dada la dificultad de comunicación con servicios como el 061 o el 112.
Desde la delegación de Servicios Sociales, se visitaron residencias, que afortunadamente funcionaban con normalidad. Para las personas en domicilio, se estableció una presencia de Policía Local y Protección Civil en los centros cívicos de cada distrito. Mediante megafonía, se informó a la ciudadanía que allí tenían un punto de contacto para acudir en caso de cualquier problema (salud, social, sanitario), con protocolos definidos para cada caso.
Se mantuvo una presencia policial muy importante y reforzada en la calle, con alrededor de 30 patrullas de Policía Local y Policía Nacional, además de recorridos preventivos de Bomberos y Protección Civil.

Coordinación con el resto de administraciones
La coordinación fue clave, con un centro operativo que integró a responsables de Bomberos, Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja e Infraestructura. El alcalde destacó la colaboración al 100% con la Junta de Andalucía y el Gobierno de la nación. La Subdelegación del Gobierno, por su parte, confirmó la movilización de todos los recursos del Estado, incluyendo Guardia Civil, Policía Nacional, Ejército y Protección Civil, coordinando el suministro de combustible a infraestructuras críticas y realizando servicios humanitarios como el traslado de pasajeros de tren.
La labor de Cruz Roja en la estación de Renfe fue fundamental. A solicitud del Ayuntamiento que trasladó su capacidad de actuación a la Subdelegación, Cruz Roja desplegó unos 25 voluntarios en rotación. Atendieron a alrededor de 1.000 personas en la estación entre las 21:30 y las 10:00 de la mañana siguiente.
Allí, proporcionaron atención sanitaria y psicosocial, así como avituallamiento (mantas, kits de higiene y alimentos, agua). También desplegaron equipos en El Higuerón y Alcolea, repartiendo agua a personas atrapadas en trenes. La responsable de la unidad de emergencia de Cruz Roja, Nerea Casas, y el responsable de Protección Civil, José Carlos Dorado, agradecieron la implicación de los voluntarios.
A pesar de la complejidad, el balance de seguridad es muy satisfactorio, sin incidencias graves ni pérdidas de vida humana. El alcalde ha calificado la respuesta, tanto de los servicios de emergencia como de la ciudadanía, de “sobresaliente”, y ha puesto una imagen muy gráfica: ver en plena noche los puestos de caracoles de la ciudad llenos de gente.

Nivel 3 de emergencia
La situación está volviendo progresivamente a la normalidad; las instalaciones semafóricas funcionan al 100% y las comunicaciones internas se recuperan. La provincia en general ha recuperado la luz en su inmensa mayoría (se estima que al 95%). La ciudad se mantiene en nivel 3 de emergencia, pero se irán relajando las medidas.
El alcalde ha señalado que, basándose en la experiencia de estos días, se elaborará un protocolo detallado, evaluando los puntos de mejora necesarios en tecnología y equipamiento, como la posible necesidad de comunicaciones por satélite.
Finalmente, se confirmó que el calendario de eventos festivos de mayo sigue adelante. La única suspensión fue el pregón de ayer, que fue imposible de celebrar. El alcalde destacó que la vuelta a la normalidad es importante. La causa del apagón aún se desconoce, y se considera vital investigarla para evitar que se repita.
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