Córdoba registra 110 casos del virus de la bofetada entre enero y mayo
Córdoba ha registrado entre enero y mayo de 2024 un total de 110 casos de eritema infeccioso o megaloeritema, también conocido como virus de la bofetada, una enfermedad contagiosa que la causa el parvovirus B19 y que cursa de manera leve.
En Andalucía se han contabilizado en ese periodo 1.344 casos, más de un 253,6% más que en el mismo periodo de 2023 cuando se registraron 380, lo que supone “un aumento significativo”.
Así lo reconocen fuentes de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía a preguntas de Europa Press. Por provincias, Almería ha registrado entre enero y mayo de 2024 un total de 105 casos, en comparación con los 44 contabilizados en el mismo periodo de 2023, lo que significa un 138,6% más;Cádiz, 233 casos en 2024, 72 en 2023 (+223,6%); Córdoba 110 casos en 2024, 33 en 2023 (+233,3%); Granada, 304 casos en 2024, 40 en 2023 (+660%); Huelva, diez casos en 2024, doce casos en 2023 (-16,6%); Jaén, 150 casos en 2024, catorce en 2023 (+971,4%); Málaga, 281 casos en 2024, 86 en 2023 (+226,7%); Sevilla, 151 casos en 2024, 79 en 2023 (+91,14%), según el desglose ofrecido por el departamento de Catalina García.
El eritema infeccioso es una enfermedad que cursa generalmente leve (no hay registros de ingresos por esta patología en Andalucía en 2024), pero muy contagiosa, que se transmite a través de las gotitas de saliva emitidas al hablar, toser o estornudar.
Afecta, principalmente, a los niños, aunque los adultos también pueden contraerla. La característica más distintiva de esta infección es una erupción rojiza en las mejillas que aparece tras los primeros síntomas de la enfermedad.
Esta enfermedad cursa en dos fases: una primera de incubación y síntomas iniciales y una segunda de erupción. Durante la primera, el paciente puede contagiar la enfermedad. Los síntomas comunes incluyen dolor de cabeza, congestión nasal, malestar general y fiebre, aunque esta última puede no presentarse en todos los casos.
La segunda se caracteriza por la aparición de la erupción rojiza en las mejillas, que puede extenderse al tronco y extremidades. Sin embargo, en esta fase la enfermedad, cuando se hace visible, ya no es contagiosa. Las lesiones cutáneas suelen desaparecer en una semana, aunque la erupción puede reactivarse durante varias semanas debido a factores como la exposición a la luz solar, el calor o la actividad física.
La Consejería de Salud y Consumo recomienda a la población “extremar” las medidas de higiene, como lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar para prevenir la propagación tanto de este como de otros virus. Además, recuerda que esta enfermedad es cíclica, es decir, “hay años en los que se producen más casos y otros menos” .
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