Cierra La Libra, icónica cervecería del barrio de Ciudad Jardín, abierta desde el año 1994
Era el año 1994 y las listas de éxitos las coronaban bandas como Nirvana, Pearl Jam, Green Day, Oasis o Blur, y la movida cordobesa, un bullicio efervescente de universitarios y jóvenes, comenzaba a desplazarse hacia Ciudad Jardín y la zona de los Ministerios, atraídos por pubs de la escena alternativa, como el Velouria, el Swing, El Planetario, el Level, El Hormiguero o la Peña Egabrense.
En los años venideros, los botellones, entonces una práctica incipiente pero que se extendió rápidamente entre la juventud cordobesa ante la permisividad de las autoridades de entonces, se desplazaron hacia los jardines de La Habichuela -bautizados así por los propios jóvenes y aceptados como nombre por la corporación de Andrés Ocaña en 2010- y, de ahí hacia la zona de Gran Vía Parque y el Polideportivo Vista Alegre.
En medio de todos estos movimientos en el ocio nocturno de Córdoba, abrió sus puertas en la calle Virgen del Perpetuo Socorro la Cervecería La Libra, que desde su inauguración, en marzo de 1994, se convirtió rápidamente en un templo para la comunidad estudiantil que vivía por Ciudad Jardín. Era un pequeño bar con unos cuantos veladores, que entonces llevaban dos socios en el local propiedad de los padres de uno de ellos.
Este verano, 27 años después, La Libra ha echado el cierre. Alguno de los vecinos todavía no se lo cree -“pero si esto estaba lleno siempre”, dice al enterarse de la noticia-. Pero es cierto. Lo confirma el propietario, Antonio, que explica a este periódico que el golpe de la pandemia, unido a los cambios sufridos en el barrio y un problema de índole personal le ha llevado a echar el cierre.
La persiana llevaba echada varias semanas, pero al ser verano, los vecinos y usuarios pensaban que era cuestión de vacaciones. Sin embargo, el cierre parece hoy definitivo, explica Antonio, propietario de La Libra desde el año 1994.
En aquel entonces eran dos los socios del negocio, que se hizo querer rápidamente entre los jóvenes y los estudiantes por los precios que ofrecía para sus productos. La cerveza, fría y barata (en el cartel todavía se puede leer la frase Todo a 100... de cuando se pagaba en pesetas), convirtió rápidamente a La Libra en uno de los lugares más conocidos de Ciudad Jardín, de forma que generaciones enteras han vivido y bebido allí en alguna etapa de su vida.
El declive se ha visto agravado por la pandemia, aunque el cambio en la clientela ya se notaba desde antes del coronavirus. Antonio es parco en palabras -son 27 años en el negocio- sobre la historia de La Libra, sorprendido por el interés del periódico en el cierre de un local que, durante casi tres décadas, fue parada obligatoria para varias generaciones de cordobeses y uno de los bares de Córdoba que más litros de cerveza despachaba.
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