El agua y la basura, los recibos más caros que vienen en 2024
El agua y la basura son los dos servicios básicos que ofrecen los ayuntamientos a los ciudadanos. En el reparto de competencias de los servicios públicos en España, los consistorios están encargados también del tráfico, de las obras en calles, en parques y en jardines, o el mantenimiento de edificios públicos como colegios, además de arbitrar ayudas sociales. Pero los servicios que históricamente han gestionado los ayuntamientos a través de la popularmente conocida como “contribución”, el impuesto que pagan los ciudadanos principalmente por sus propiedades inmobiliarias, han sido el agua, la recogida de basura y la limpieza viaria.
2024 va a ser el año en el que los ciudadanos paguen más en Córdoba y provincia por estos dos servicios. Y no siempre por el mismo motivo, aunque hay uno fundamental: tanto en el Ayuntamiento de la capital como en la mayoría de consistorios de la provincia (hay excepciones), estos servicios son prestados por empresas públicas a las que no le salen las cuentas. En Córdoba ciudad, la gestión del agua está en manos de Emacsa (la joya de la corona municipal) y la basura de Sadeco. En la provincia, Emproacsa gestiona el servicio de agua y Epremasa el de basura. Pero hay municipios de más de 10.000 habitantes en la provincia que ofrecen servicios mixtos, con el agua semiprivatizada, como es el caso de Lucena, Puente Genil o Montilla, entre otros.
En el caso del agua, la situación es diferente en la capital y en la provincia. Emacsa siempre ha sido una empresa muy conservadora. La compañía sigue gozando de buena salud financiera pero no quiere que se le complique el futuro. Curiosamente, ante un descenso en el consumo de agua, Emacsa ingresa menos pero tiene los mismos gastos. Ante ello, ha planteado un incremento del recibo del 5% a partir del año que viene. Emacsa llevaba sin subir las tarifas del agua desde el año 2013, también durante una mayoría absoluta del PP.
En el caso de la Diputación, su presidente, Salvador Fuentes, ya anunció que Emproacsa está actualmente en causa de disolución. Solo este año, la compañía va a cerrar el ejercicio con unas pérdidas de 10,5 millones de euros. La mayor parte de las pérdidas son achacables a la sequía y a los problemas en la distribución de agua, con un embalse como Sierra Boyera seco y otro como La Colada contaminado. Emproacsa ha disparado sus gastos para hacer frente a la situación. De momento, no se conoce la propuesta de la Diputación, pero Fuentes ya avanzó que se hará todo lo posible por evitar la quiebra de la compañía. Aunque no lo desveló, en el Palacio de la Merced se estudia que la Diputación realice importantes transferencias de crédito y también que el servicio se financie con una subida en el recibo que todos los meses pagan los ciudadanos. En las próximas semanas se conocerá exactamente a cuánto llega esa subida.
Donde sí que se sabe el incremento de los recibos es en las dos empresas de basura. En ambos casos, el incremento es similar. Sadeco aumentará en un 35% el recibo medio que pagan los cordobeses de la capital y Emproacsa en un 40%, aproximadamente. En ambos casos se han usado argumentos idénticos: el abono obligado de un nuevo impuesto estatal por los vertederos y el incremento de costes para la prestación del servicio. A las dos compañías les es más caro recoger la basura y limpiar las calles. Ha habido que aumentar sueldos y que pagar más por el combustible de sus vehículos, además de por determinados reactivos que también se utilizan.
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