El Reina Sofía incorpora una técnica para acelerar la recuperación del paciente operado de rodilla
El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha incorporado a la cartera de servicios de la Unidad de Traumatología la cirugía Fast Track (técnica de recuperación acelerada) en las intervenciones de prótesis de rodilla.
Según informa la Junta de Andalucía en una nota, desde que comenzó a funcionar hace un año, unas 70 personas se han podido beneficiar de este nuevo procedimiento que tiene como filosofía que el paciente sufra lo menos posible: acortando el tiempo de recuperación, la estancia y mejorando los resultados clínicos y de satisfacción.
Este sistema consiste en la combinación de una serie de medidas quirúrgicas con la incorporación del paciente a la toma de decisiones desde el momento en el que se le indica la implantación de la prótesis hasta la posterior recuperación y seguimiento.
Según el director de la Unidad de Traumatología, Rafael Quevedo, “esta modalidad permite formar al paciente para que sea más consciente de la intervención a la que se va a someter, pueda resolver las dudas que tenga, conozca las infraestructuras y el equipo de profesionales que le atenderá y actúe con unas indicaciones individualizadas en cada una de las fases del proceso”.
“Esto se traduce en una mayor implicación del paciente y reducción del estrés, ya que conoce en profundidad todas las fases que van a atravesar”, ha puesto de manifiesto Quevedo.
Además de la formación del paciente y familiar, según ha explicado el coordinador del programa y traumatólogo del hospital, Manuel Escalante, “la cirugía Fast Track contempla la aplicación de una serie de protocolos quirúrgicos, como la infiltración articular durante la cirugía localizada en la rodilla (no en todo el miembro inferior)”.
Esto permite que el paciente “pueda recuperar la movilidad antes y reducir el dolor post operatorio; además, en la mayoría de los casos se administra un tratamiento (ácido tranexámico) que evita el sangrado del paciente y, por tanto, no se necesita transfusión y, tampoco se implantan drenajes, reduciendo con ello las complicaciones que pudieran derivar de estos dos últimos procedimientos”, ha remarcado.
Según ha apuntado el coordinador del programa “la cirugía Fast Track de rodilla esta modalidad que está indicada en todo tipo de pacientes que no presenten patología vascular, enfermedad cardiovascular severa o pulmonar o cualquier otro tipo de dolencia que impida la colaboración del paciente o la aplicación del protocolo quirúrgico establecido”.
El objetivo de la Unidad de Traumatología es seguir aumentando de forma progresiva el número de pacientes intervenidos y su aplicación a otras intervenciones, como la de cadera.
Una vez que el paciente recibe la noticia de que tiene que someterse a una operación de una prótesis de rodilla, el equipo multidisciplinar comienza a trabajar con él y su familiar antes de la intervención. El primer paso es fijar una sesión formativa en la que se les explica qué tienen que hacer en cada momento del proceso y qué se espera de ellos. Estas sesiones suelen contar con unos 10 asistentes y se desarrollan cada dos semanas aproximadamente.
En la jornada, los pacientes y sus familiares reciben información referente a la medicación, medidas de higiene para el día de la operación, recomendaciones para adaptar su domicilio cuando reciban el alta a fin de prevenir caídas y que su vida diaria les resulte más cómoda.
Además, esta formación les permite conocer al equipo de profesionales que les atenderá, el quirófano en el que se les implantará la prótesis, pueden tocar la propia prótesis y, por último, reciben una guía editada por el servicio de Rehabilitación y Fisioterapia del hospital que contiene los ejercicios físicos que los pacientes tienen que realizar a diario antes de la operación de cara a fortalecer los músculos, lo que les ayudará a recuperarse con mayor celeridad.
Además de la guía, los asistentes pueden practicar estos ejercicios durante la misma sesión, ya que una fisioterapeuta les explica la importancia y el correcto desarrollo de estas pautas.
Todos estos cambios se traducen en resultados como una recuperación más rápida, ya que el paciente puede volver a su casa a las 48 horas, frente a las 72 horas que transcurren con la cirugía convencional. Además, se ha comprobado que los pacientes recuperan la movilidad a partir de las cuatro o cinco horas de la intervención, casi un día menos que antes.
Otro de los resultados importantes, según ha subrayado el director de la Unidad de Traumatología, es “la reducción del dolor, ya que el paciente sólo tiene que recuperar la movilidad de la articulación (que es la zona anestesiada), no de toda la pierna. De hecho, los primeros resultados apuntan que sólo el 48 por ciento de los pacientes intervenidos por esta técnica han necesitado algún tipo de analgésico”.
Además, la cirugía Fast Track mejora la satisfacción del paciente, que es más consciente del proceso y su implicación es mayor. Y, por último, al estar más involucrado, presenta una mayor adherencia al tratamiento rehabilitador, lo que se traduce en mejores y más rápidos resultados de movilidad.
Por último, otra de las ventajas que introduce esta técnica es el mayor control de la evolución del paciente, ya que establece el seguimiento del paciente vía telefónica para garantizar que los niveles de recuperación son los adecuados, resolver las posibles dudas y comprobar si sufre o no algún tipo de dolor.
Para la puesta en marcha de esta técnica, el Hospital Reina Sofía ha creado un grupo multidisciplinar de trabajo en el que participan cirujanos, anestesistas, fisioterapeutas, enfermeras, auxiliares de Enfermería y personal administrativo, entre otros. Este equipo ha trabajado durante seis meses para preparar y coordinar todos los protocolos necesarios para la puesta en marcha de esta nueva técnica.
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