La sequía deja al canal de riego Genil-Cabra sin una gota de agua
La sequía que acucia Córdoba y el resto de provincias deja cada vez más muestras de la gravedad de la situación, la última es la estampa del canal de riego Genil-Cabra a su paso por Puente Genil. Este lunes las imágenes recogidas de este mostraban el agrietado suelo del conducto sin una sola gota de agua.
El pasado mes de marzo los miembros de la Junta de Gobierno de la Comunidad de Regantes Genil-Cabra mantuvieron una reunión con los distintos municipios que integran la zona, representantes de las organizaciones agrarias Asaja, UPA y COAG, presidentes de las organizaciones de regantes Fenacore, Feragua y Remagua, la Asociación de Colonos de Cordobilla y el sector de agroindustria de la zona, asegurando los regantes en dicho encuentro que se encontraban “con el lodo al cuello”. Con esta frase resumían la situación “tan dramática en la que se encuentra el embalse de Cordobilla y el canal de riego, ambos totalmente colmatados y que dificultan un riego de calidad”.
La Comunidad la integran dos colectividades: la de Santaella, formada por unos 1600 comuneros y ocupa unas 15.300 has de los términos municipales de Santaella, Montalbán, Montilla y La Rambla; y la Colectividad de Puente Genil, integrada por unos 490 comuneros y ocupa unas 8.900 has de los términos municipales de Puente Genil, Estepa, Santaella y Aguilar de la Frontera.
Los afectados señalaron en la reunión de marzo que el de regadío del Genil-Cabra “es el principal motor de desarrollo económico de los municipios de la zona, siendo una agricultura sostenible, generadora de empleo y de gran valor añadido”, por el que empresas auxiliares del sector se han desarrollado a lo largo de los años. Pero, con la situación que denunciaban se veían “abocados a desaparecer, desestabilizando el paisaje económico, laboral y social” de las localidades.
Este lunes las imágenes que llegaban de este canal eran desoladoras, a su paso se podía observar que este no llevaba ni un sola gota de agua. Es más, refleja directamente el suelo agrietado y seco, que no se acostumbra a ver, tapado habitualmente por una gran cantidad de agua. Esta situación preocupa aún más a los agricultores que forman parte de la Comunidad de Regantes, ya que ven cada vez más cerca el peligro que acecha a sus cultivos que, de continuar así la situación, no podrán ser regados.
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