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Un géiser de fuego lleva 15 días ardiendo en Fuente Carreteros y nadie sabe cuándo se apagará

Columna de fuego en Fuente Carreteros.

Rosario Ostos

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Una columna de fuego de más de 10 metros de altura continúa activa cerca del municipio de Fuente Carreteros (Córdoba) tras 15 días de combustión a causa de la perforación de una bolsa de gas ubicada en el subsuelo. La explosión se produjo el pasado 1 de junio, mientras unos trabajadores realizaban un sondeo de agua en un cultivo de almendros, una tierra perteneciente a la localidad sevillana de Écija.

La explosión dejó dos trabajadores heridos, ambos fueron trasladados hasta Palma del Río y de allí a los hospitales universitarios Virgen del Rocío (Sevilla) y Reina Sofía (Córdoba). Según fuentes de la Policía Nacional, no hay ninguna investigación en curso al tratarse de un hecho accidental. Además, la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía realizó las comprobaciones necesarias para determinar que “no hay valores anómalos ni peligro de afección del aire”, según han confirmado a este periódico.

Estos yacimientos de gas son comunes en la zona del Valle del Guadalquivir, algo que debe tenerse en cuenta a la hora de perforar pozos de agua. Las bolsas de gas, formadas principalmente por metano, están ubicadas en el subsuelo, por lo que al entrar en contacto con el oxígeno y sumado a algún efecto físico como una chispa, provoca una combustión. Esto ocurre a menor escala y de forma controlada en las cocinas que funcionan con gas natural. Esta combustión tan solo finalizará cuando el gas se agote.

Muchos curiosos se acercaron durante el primer fin de semana para ver de cerca esta llamarada, es por ello que el dueño de la finca tuvo que vallar el perímetro para evitar posibles daños y ubicar a varios trabajadores en los caminos del entorno. “Estuvieron toda la noche echando a gente que se acercaba”, recuerda el alcalde en funciones de este municipio cordobés de apenas mil habitantes, José Pedrosa.

Primeros momentos

El regidor fue uno de los primeros en llegar al lugar al ser avisado por un vecino que, desde la misma puerta del ayuntamiento, veía humo negro procedente de dicha finca. “Al principio pensé que sería un tractor que estaba arando, cogí el coche y fui”, explica Pedrosa en una entrevista con Cordópolis.

Ese humo negro resultó ser del camión que realizaba el sondeo del agua para la posterior construcción de un pozo. Según le explicó el dueño de la finca en el momento, tenía los permisos para realizar aquella actividad. Un testigo alertó a los servicios de emergencia en torno a las 09:10 y se personaron en el lugar los bomberos del parque de Écija. Allí determinaron la profundidad de la perforación, 130 metros, y la altura de la columna de fuego, 13 metros.

Desde el consistorio piden tranquilidad, ya que a pesar de la cercanía de la explosión, no corren ningún riesgo. “Los datos que tenemos de la Agencia de Medio Ambiente es que no es peligroso ni se está produciendo CO2 que afecte a los vecinos”, señala Pedrosa. En este pequeño municipio parecen estar ya acostumbrados a su presencia. “Me voy a acercar que hoy no he visto yo la candela”, comenta una mujer en la calle, a lo que añaden sus vecinas que “por la noche se ve mucho mejor”.

Permisos para los sondeos de agua

Los sondeos de agua son una actividad común en los campos de cultivo, cuyo objetivo es obtener agua de acuíferos más profundos que pueden estar entre 50 o 100 metros de profundidad, explica el ingeniero de minas, José Luis Fernández. “Con el tema de la sequía y las recientes modificaciones del Plan Hidrológico está todo muy limitado”, señala.

Actualmente, según las informaciones que ha obtenido de parte de la administración, las autorizaciones para estos sondeos han aumentado en los últimos años. Fernández explica que para poder realizar esta actividad es necesaria la aprobación de la Dirección General de Minas perteneciente a la Junta de Andalucía y, además, comunicar el consumo de agua que se prevé a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

Desde la Junta de Andalucía otorgan la legalización de la obra, es decir, el trabajo de perforación. Al determinar que existe agua en esa zona, se debe comunicar a la CHG el consumo de agua que se vaya a realizar. Ante esto, Fernández aclara que tan solo es necesaria una comunicación para comenzar con la extracción de agua. “Una vez que lo comunicas y te dan el visto bueno, porque cumples con el Plan Hidrológico, te obligan a poner un contador que controla el volumen del agua”, comenta.

Sin embargo, existe la posibilidad de que la CHG deniegue la extracción hasta un año después, ya que no se cumplen los parámetros. “Ese es el problema. Al no contestar rápido y las personas necesitar el agua para el riego de su plantación, tienen que esperar mucho tiempo a que le contesten. La autorización de la obra suele tardar menos de un mes, así que comienzan con el sondeo. Puede ser que al no ser viable obliguen a taparlo”, detalla Fernández.

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