Las aguas agrias de Villaharta vuelven a ser “minero-medicinales” casi un siglo después
Hasta 1936, Villaharta tuvo un balneario nacionalmente conocido: Fuente Agria. Hasta este paraje de la Sierra de Córdoba acudían personas con problemas estomacales a “tomar las aguas” carbonatadas que salían de las entrañas de la sierra. Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Fuente Agria tenía hasta parada de tren. Junto al manantial se construyó incluso un gran hotel y toda una infraestructura similar a la de los grandes balnearios europeos. Pero a finales de los años treinta del siglo XX el manantial se abandonó y Villaharta decayó.
Casi un siglo después, el Ayuntamiento ha conseguido que la Junta de Andalucía haya declarado la condición de aguas “minero-medicinales” las que brotan de un pozo a 70 metros llamado Malos Pasos 2. Este manantial es uno de los que componían el balneario de Fuente Agria y en el que el Ayuntamiento de Fuente Agria lleva trabajando varios años para tratar de recuperar aquel esplendor que tuvo la localidad antes de la Guerra Civil.
Un exhaustivo análisis de las aguas procedentes de este manantial ha demostrado que son buenas para la hidropinia. Es decir, para casi el origen de los balnearios romanos, donde se tomaban aguas principalmente para el tratamiento de la diabetes o los problemas de riñón. En el caso de Malos Pasos 2, el proyecto del Ayuntamiento siempre pasó por aprovechar las aguas como un complemento para mejorar la vida de los enfermos de diabetes, una manera de compatibilizar el tratamiento que ya reciben estos pacientes.
Del antiguo balneario, actualmente sólo queda un kiosco con una pileta para tomar las aguas, una pequeña pensión y unos apartamentos que se alquilaban. La Fuente de Malos Pasos tiene sus instalaciones en ruinas y el agua se pierde en un pequeño arroyo. Eso sí, hace años se construyó un hotel sobre las antiguas instalaciones, en el que hay un spa y un hamman y en el que se trata de recuperar el espíritu de la zona.
No obstante, la declaración “minero-medicinal” de las aguas de Malos Pasos 2 puede suponer una auténtica revolución en este pequeño municipio, que no llega ni a los 700 habitantes. A finales del siglo XIX, las aguas agrias de Villaharta se vendían para su toma. Ahora, el Ayuntamiento pretende llevar a cabo un proyecto de tratamiento de este tipo de enfermos con diabetes de la mano de la Consejería de Salud.
De momento, el Consistorio ha logrado lo más difícil: que la Junta certifique que las aguas extraídas de un pozo con abundante caudal (unos 1.800 litros a la hora) sean consideradas minero medicinales.
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