El Seprona insta a dejar de fumigar con purines en la finca entre Villarrubia y Encinarejo
El olor del amoniaco producido por los purines esparcidos en una finca de olivos de Villarrubia se ha acabado. Así lo ha señalado Joaquín Martín a este periódico. Según ha explicado, el Seprona ha instado al dueño de esta a dejar de fumigar con purines su cultivo.
A principios de febrero el vecino denunciaba que el amoniaco que estos residuos emitían les dificultaba el salir de sus casas. Además, el olor llegaba, según explicaba hasta Encinarejo, afectando así a los vecinos de ambas localidades. No solo les complicaba las salidas de sus casos, sino que llegaban a dificultarles la respiración ya que según detallaba Martín, “el amoniaco se te agarra a la garganta”.
Según ha detallado esta vez un informe del Servicio de Protección de la Naturaleza les ha insistido en dejar de esparcir purines sobre la finca de olivos “por la distancia con los núcleos de población”, ha aclarado Martín. Ahora, “el olor se va sulfurando, en vez de ser a amoniaco es más a sulfuro” y se nota más “por la tarde y por la mañana por la humedad”.
Martín denunció al Servicio de Protección el caso el pasado viernes, según ha indicado. Tras esto, los agentes se pusieron en contacto con el nuevo dueño de la finca el martes. Desde entonces, sin el amoniaco de los purines, los vecinos se encuentran más aliviados.
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