La Junta de Andalucía limpiará la isla de toallitas del Guadalquivir
La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía se hará cargo de la limpieza y disolución de la isla de fango, sedimentos y toallitas que ha emergido en el Guadalquivir a unos metros de la La Torre de La Calahorra, y en la zona de los Sotos de la Albolafia, monumento natural.
Fuentes del Gobierno Andaluz han indicado a este periódico que, al estar trabajando en la zona en trabajos de mantenimiento y limpieza, la consejería ya tenía identificado el islote, que mide un metro y medio y está formado en su mayor parte por sedimentos. “En el proyecto inicial no estaba previsto retirarlo, pero en el momento en que ha emergido, se ha decidido quitarlo”, explican desde la consejería.
Las mismas fuentes han especificado que, con las últimas lluvias, el agua impide en estos momentos acceder al islote en las condiciones necesarias para poder disolverlo. “La intención es quitarla entera porque son sedimentos que no sirven para nada. En cuanto se pueda entrar se quitará”, indican desde la Consejería.
Así que toca esperar y que la ínsula siga siendo objeto de comentarios y fotos por parte de los curiosos que pasan por la zona. De hecho, la isla ha devuelto durante unas horas a la ciudad el tradicional conflicto de competencias que hay sobre la limpieza del río Guadalquivir a su paso por la ciudad. El agua, el cauce, las infraestructuras, la limpieza, la conservación de los Sotos de la Albolafia... El Guadalquivir es un tesoro y una responsabilidad compartida entre la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía.
El problema es que, cada cierto tiempo, el río y todos sus alrededores hace que la ciudadanía se vuelva hacia él y pida soluciones a las administraciones. Y muy a menudo, comienza una partida de ping pong. Con la isla de toallitas ha ocurrido este miércoles. ¿A quién corresponde la limpieza de esa ínsula de barro y desperdicios que está, a la vez, en el cauce del río y en la zona de un monumento natural y a unos metros de la zona peatonal?
Quince años de trifulca competencial entre Ayuntamiento y CHG
Lo lógico es pensar que, al estar en el agua, la competencia es de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Sin embargo, tras consultar con este organismo a primera hora de la tarde, su respuesta fue que “la limpieza por cauce urbano es competencia municipal”.
Una respuesta esperada, que se viene repitiendo desde hace quince años, desde que estalló una trifulca con motivo de la inauguración del Molino de Martos y que, hasta ahora, casi siempre se ha resuelto con la CHG actuando ante la incapacidad del Ayuntamiento, que no tiene estructura suficiente para limpiar cauces.
En este conflicto ha llegado hasta a intervenir el Defensor del Pueblo, que en 2020 dictaminó que, “de conformidad con el artículo 28.4 Ley del Plan Hidrológico Nacional, las actuaciones en cauces públicos situados en zonas urbanas corresponden a las Administraciones competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo, es decir, principalmente a los ayuntamientos”.
A este respecto también se llegó a manifestar el Tribunal Supremo, que sentenció en 2017 que, “a efectos de actuaciones en los cauces públicos cuando de zonas urbanas se trata, la competencia no puede ser otra que la municipal (...). A falta de disposición expresa en sentido contrario y tratándose de actuaciones de ejecución en zonas urbanas, puede considerarse que la regla es la competencia municipal y la excepción la competencia autonómica”.
A pesar de estas advertencias, tampoco se ha avanzado demasiado en la ciudad. Hace sólo unas semanas, IU criticaba que el Ayuntamiento no hubiera continuado las negociaciones, que se iniciaron en el mandato anterior, con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir con el fin de establecer un convenio para la limpieza y mantenimiento del río a su paso por Córdoba. Curiosamente, cuando estaba en la oposición, el Partido Popular llegó a presentar una moción para que fuera el Ayuntamiento el que abordara “con rapidez y urgencia” la limpieza del río Guadalquivir a su paso por la capital.
Los trabajos de la Junta en la zona
Pero el islote de toallitas y los sedimentos añade otra pata a esta mesa, ya que, al estar ubicado en la zona de los Sotos de la Albolafia, un monumento natural, su cuidado corresponde a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que además encomendó a la empresa Tragsa hace casi un año los trabajos de limpieza y recuperación de la zona.
De hecho, mientras emergía la isla, se podían ver algunos operarios trabajando en el cauce del río. Serán, seguramente, quienes, en cuanto el cauce pierda fuerza bajo el Puente Romano, procedan a desintegrar la isla de desperdicios, fango y sedimentos, una mole de lodo que se ha ido formando durante los últimos diez años y en la que han acabado adheridas las miles de toallitas que los vecinos de Córdoba tiran irresponsablemente por el inodoro.
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