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Los docentes de necesidades especiales denuncian la falta de personal en los centros

Un aula, en una imagen de archivo.

María Berral

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Casi 5.000 centros educativos públicos andaluces necesitan el servicio del personal docente especialista en Audición y Lenguaje (AL). Sin embargo, tan solo hay 1.639 especialistas para todos ellos. Así lo han explicado desde el movimiento AL Andalucía, creado por estos profesionales “por el malestar generalizado” entre ellos.

Marina Espada, coordinadora en Málaga, ha señalado que se encuentran “desbordados” ya que el censo de alumnos que necesitan esta atención especial es muy elevado y el número de profesores es muy limitado. Esto hace que muchos de ellos tengan que compartir centros e ir a varios durante la semana. Este es el caso de Marina que se encuentra trabajando en cuatro centros distintos de su provincia. Gloria Sáez, coordinadora en Córdoba, también ha pasado por esta situación, “he llegado a desplazarme 30 kilómetros para ir a otro centro”, ha detallado.

“Las familias tienen que buscar otras terapias”

En la provincia, la mayoría, “alrededor del 70% - 80% de AL están compartiendo centros”, ha expuesto Gloria. El problema en la falta de personal viene de tiempo atrás, aunque se ha acentuado más en los últimos cursos. La pandemia ha agravado también la situación ya que “además de tener las limitaciones que el resto de clases tienen otras” como el no poder estar agrupados según su necesidad por pertenecer a diferentes clases, ha explicado Marina.

Niños con problemas de espectro autista o de lenguaje son atendidos por estos profesionales en los centros pero, debido a la falta de recursos y tiempo que estos pueden dedicarle, “las familias tienen que buscar otras terapias fuera del colegio”, ha explicado Gloria. Los alumnos necesitarían entre tres y cuatro sesiones a la semana, sin embargo, “a muchos se les reduce a una”.

Además, algunas de las funciones que desarrollan estos profesores “como la prevención del lenguaje infantil”, programas destinados a todo el alumnado para evitar que desarrollen problemas a la hora de la articulación, no pueden llevarse a cabo por la limitación de horario, según ha expuesto.

Mejora en las condiciones laborales

El profesorado, por su parte, además de ver mermados sus trabajos y los beneficios que estos tienen en sus alumnos, denuncian desde el movimiento algunas de sus condiciones laborales. “A a la hora de solicitar un destino, hacemos la petición a ciegas, porque no sabemos si vamos a estar a jornada completa o tendremos que compartir con otro centro”. En el caso de tener que compartir existen “dos perfiles de maestros”, ha explicado Marina. A los itinerantes les pagan el kilometraje entre centro y centro y se les reduce la jornada horaria en función de la distancia que exista entre uno y otro.

Por otro lado, los puestos compartidos que son, según ha indicado, “itinerantes camuflados”. En estos “tienes que estar en varios centros pero las cinco horas lectivas en uno” y no se les paga kilometraje ni tienen reducción de jornada.

En su caso, Marina tiene un alumno en un colegio de un pueblo rural, al que le dedica una hora, sin embargo, desde la Delegación le piden que vaya a otro centro las cuatro horas restantes, “pero no me reconocen la itinerancia”. La otra opción es que se quede en este centro haciendo otras actividades que le requieran, pero se lo impide tener “en la conciencia” que “hay otros niños en otros centros a los que puedo dedicarle ese tiempo”.

Por todos estos problemas, y su compromiso con el alumnado de Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE) para que tengan una atención “digna, justa y de calidad” así como con sus familias y el resto de personal docente, exigen medidas urgentes.

Entre estas están, según recoge el manifiesto, asignar a cada centro público de infantil, primaria y secundaria una maestra-o especialista AL; dotar a cada centro de un aula específica para el AL y la atención a su alumnado y “un ratio máximo de 12 alumnos/as -hasta 15 por matrículas sobrevenidas-”, lo que favorecería las funciones de detección, estimulación, prevención, elaboración y adaptación de material, coordinación, asesoramiento; entre otros.

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