Un centenar de establecimientos cordobeses evita que 63 toneladas de comida acaben en la basura
En Córdoba se ha evitado el desperdicio de 63 toneladas de alimentos en los dos últimos años, en los que ha estado presente en la ciudad la app Too good to go. Así lo ha señalado a Cordópolis Carlos García, uno de los responsables de esta singular aplicación. En total, los cordobeses han salvado 63.000 packs de comida de sus restaurantes, supermercados, panaderías o pastelerías favoritas, según el balance que ha hecho esta entidad, que trabaja en la provincia con más de un centenar de establecimientos.
Las frutas y las verduras son los alimentos que con mayor frecuencia acaban en la basura, pero en los contenedores acaban todo tipo de productos desde pasta y arroces, pasando por embutidos, legumbres y hasta chocolates, productos congelados, conservas o vino. En total, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en los contenedores de España acabaron 1.364 kilos de comida. Un desperdicio que afecta a la población de manera, social, económica y medioambiental. Así lo ha señalado a Eldiario.es la consejera delegada de la aplicación Too Good to Go, Mette Lykke.
La aplicación que tiene como objetivo reducir el desperdicio de comida ofreciendo packs con diferentes productos del mismo establecimiento a un precio bastante asequible llegó a España hace cuatro años, dos a Córdoba. En la capital cordobesa comenzó con 25 puntos de recogida que se han incrementado hasta los 100 que posee actualmente, según ha detallado García.
Una variedad de establecimientos en los que el cliente puede llevarse un pack sorpresa de productos que no iban a ser consumidos por un precio que oscila entre los 2,99 y los 4,99 euros. Desde Pastelería Roldán, Pedro Roldán, explica que cuando le presentaron la idea lo vieron “muy interesante y no por el dinero, sino por aprovechar las mermas evitar el desperdicio”. Por ello, desde 2020 todos sus establecimientos cuentan con un pack diario como mínimo. “Depende de lo que sobre, si algún día ha sobrado más, hacemos otro pack”.
Una iniciativa “muy interesante”
En el caso de Pastelería Roldán todos sus packs se venden a 2,99 euros aunque tengan un valor de nueve, detalla Pedro. “Hay otros establecimientos que tienen los packs valorados en 15 euros y los venden a más, depende del valor de los productos que incluya”. En su caso, el excedente mayoritario es de panadería y bollería, “piezas que se venden solo en el día, no de un día para otro y que sobran pero no se ponen malas”. Frutería La Cosecha es una de los establecimientos en los que los packs están valorados en 15 euros, por lo que para los clientes de la aplicación tiene un coste de 4,99 euros.
El público mayoritario que hace uso de la herramienta, cuenta, son los jóvenes “que se mueven más por aplicaciones”. Los hay, confiesa, quienes repiten porque además de apoyar la finalidad de la app, “se llevan un producto que a ese precio es una ganga porque dura de un día para otro perfectamente”. Según las estadísticas de su cuenta en Too Good to Go, Pastelerías Roldán ha salvado desde su entrada en la aplicación un total de 8.120 packs, lo que equivale a 20,3 toneladas de CO2.
“Te sientes muy bien de pensar que lo aprovechan otras personas”
En Frutería Enrique V, a la que da nombre su dueño, se unieron a la plataforma en septiembre de 2021 y en tan solo nueve meses han conseguido salvar 234 packs equivalentes a 585 kilos de CO2. Unas cifras con las que Enrique está muy satisfecho, además de porque la plataforma le sirve como escaparate para darse a conocer. “Muchos clientes que venían a por sus packs han descubierto mi frutería a raíz de eso y a día de hoy ya son clientes”, cuenta.
En su caso, al principio le costó confiar en la aplicación, “tuvieron que venir cuatro comerciantes porque no me fiaba, creía que iba a devaluar mi negocio”. Ahora, su visión está en el lado opuesto, ya que no solo consigue nuevos clientes sino que evita el desperdicio de sus productos. “Desde antes de estar en Too Good to Go le preparaba una bolsa con productos a familias que sé que tienen problemas económicos, y también me llevo comida a casa para mi familia para evitar que se desperdicie”. De esta manera, y con los packs que vende ha conseguido que ahora tan solo tire el desperdicio de algunos como productos como tallos u hojas.
Enrique se muestra muy satisfecho con la labor, “al final te sientes muy bien de pensar que no se tira y lo aprovechan otras personas”. Además, los productos que ofrece en sus packs, señala, “son los que yo me llevaría a casa si sobran, porque están perfectos para consumir”. Tal es su agrado con la iniciativa que recomienda a todos los que dueños de establecimientos que se adhieran o, al menos, que la prueben, porque aclara que “tienes que abrir la mente y no hacerlo para ganar dinero”. Un primer paso importante a dar con tres objetivos: conseguir reducir los productos desaprovechados, las emisiones de CO2 y, a la vez, facilitar el acceso a estos alimentos a quienes menos posibilidades.
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