“Le dolía la pierna, el médico le llamó quejica y 20 días después murió”
Los tres facultativos que atendieron al paciente con un esguince y que terminó falleciendo por un trombo defienden en la vista que siguieron el tratamiento indicado
Los tres médicos que atendieron en 2008 a un paciente con esguince y que terminó muriendo por una trombosis en Montilla, han ratificado que siguieron todos los protocolos de atención facultativa. Los tres acusados han declarado este jueves en la vista del juicio que se sigue contra ellos en el Juzgado de lo Penal 4 de Córdoba. El Fiscal acusa al médico especialista en Traumatología de un delito de imprudencia grave por negligencia y pide un año y dos meses de cárcel. Para la médico de Urgencias que le atendió en primera instancia y el médico de Familia al que se derivó, el Ministerio Público solicita las penas de un mes y diez días de multa por un delito de homicidio involuntario por negligencia leve.
La Fiscalía señala que la víctima, de 31 años, presentaba un riesgo alto de sufrir un tromboembolismo en caso de tener inmovilizado uno de sus miembros, como le fue diagnosticado. Unos antecedentes que derivaban de la muerte de su madre por un trombo. La viuda del fallecido ha contado ante el juez que los médicos “nunca nos preguntaron por los antecedentes familiares por trombos que tenía mi marido. Por eso no dijimos nada, porque no contestamos a una pregunta que no nos hicieron”. La mujer ha contado que tras el esguince -que se produjo jugando al fútbol- su marido se quejaba mucho del dolor en la pierna. “Notaba como si le presionara mucho la escayola”, relata. En una de las últimas visitas al médico especialista de Traumatología, la mujer ha recordado que ante las quejas de su esposo, el facultativo “le llamó quejica”. Dos semanas después, el hombre falleció.
En la vista del juicio, las preguntas de la Fiscalía -pero sobre todo de la acusación particular que defiende los derechos de la familia de la víctima- han tratado de aclarar si se produjo negligencia médica. La médico de Urgencias que atendió al paciente después de torcerse el tobillo ha señalado que “venía con un esguince, así que tras unas radiografías le pusimos una férula [escayola] y le recetamos analgésicos para el dolor”. En cuanto a los antecedentes familiares por trombos, la facultativo ha explicado que al paciente le preguntaron si era alérgico o tenía problemas de salud, pero nunca esa cuestión tan concreta. “Al no haber factores de riesgo, no vi necesario recetar de manera profiláctica heparina contra los trombos”, sostiene.
Tanto la médico de Urgencias como sus dos compañeros en Familia y Traumatología han señalado que tampoco vieron la necesidad de recetar medicamentos contra los trombos de manera preventiva porque ni el paciente había declarado los antecedentes familiares ni estos constaban en su historia clínica. Afirman que sí explicaron verbalmente al paciente que debía guardar reposo y que para caminar no debía apoyar el pie pero sí ayudarse de muletas. Asimismo, afirman que le recomendaron mover los dedos del pie para activar la circulación. La viuda del fallecido, en cambio, niega que las recomendaciones fuesen ésas. “Le recomendaron reposo y solo se movía para ir al baño. Lo de que moviera los dedos de los pies no se lo dijeron nunca. Y los tenía muy morados”, ha explicado.
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