Podemos critica el “estado de abandono” que sufre Ciudad Jardín
La portavoz de Podemos en el Ayuntamiento de Córdoba, Cristina Pedrajas, ha visitado el bario de Ciudad Jardín y ha constatado con el presidente de la Asociación de Vecinos, Antonio Gallegos, el “estado de abandono” que sufre, especialmente entre la calle Damasco y la Avenida Gran Vía Parque, con suciedad y deterioro de las calles, la arboleda y el mobiliario urbano.
De hecho, según ha afirmado Pedrajas en un comunicado, en estas barriada hay “suelos extremadamente sucios por el orín de perros, manchas de grasa, restos de basuras en los alrededores de los contenedores o decenas de chicles pegados a las aceras”, junto a “bancos de madera rotos y astillados”, además de “zonas ajardinadas totalmente secas, cabinas telefónicas viejas, sucias y deterioradas, árboles talados sin reponer y suelos repugnantes de suciedad, que es donde se ubican los veladores de restauración y los expositores de las tiendas de alimentación”.
Pedrajas ha señalado que “la suciedad atrae a más suciedad y a conductas incívicas, como dejar la basura en el suelo en lugar de en el interior de los contenedores, y eso también se nota en el barrio”, que en su día atrajo a numerosas familias jóvenes pero que, “poco a poco, se ha ido deteriorando, con una población cada vez más envejecida, y que, a día de hoy, no resulta atractivo para parejas con niños porque no hay dónde llevarlos para sus paseos y juegos”.
La sensación de abandono, según ha señalado Pedrajas, “también se da en los establecimientos comerciales”, pues son “muchos los que han cerrado sus puertas, sin interés por volver a ser ocupados por otros emprendedores para nuevas ofertas comerciales. Eso hace que una zona que hace unas pocas décadas estaba en pleno apogeo, hoy se ha convertido en uno de las más desfavorecidas de la ciudad”.
A la cuestión del deterioro físico se le añade, según ha concluido Pedrajas, “la inseguridad”, ya que “el único lugar atractivo de la zona, el Parque de Juan Carlos I, no es seguro y se dan ejemplos de violencia de género y de prostitución en algunas calles de la zona, y en el entorno hay numerosas casas de juego donde entran y salen continuamente jóvenes cada vez de edades más tempranas”.
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