El crack financiero de Procórdoba fuerza su disolución
El próximo lunes, cuando lo apruebe su consejo de administración, la empresa municipal de suelo de Córdoba será el primer organismo autónomo del Ayuntamiento en desaparecer
Procórdoba nació en 1996 como organismo autónomo del Ayuntamiento de Córdoba y morirá el próximo lunes de Feria. Procórdoba nació como una empresa municipal para gestionar los suelos liberados con la aprobación del Plan Renfe. Entonces, se llamó Telfeco (Terrenos Liberados del Ferrocarril de Córdoba). Desde 1996 y hasta el estallido de la crisis inmobiliaria, Procórdoba fue una auténtica máquina de hacer dinero. En estos 17 años de vida, Procórdoba (siempre dependiente del Ayuntamiento) ha llegado a atesorar el mayor patrimonio de suelo de toda la ciudad. Pero ha sido víctima, precisamente, de su éxito. Procórdoba es hoy por hoy inviable financieramente. Si sus suelos valían cerca de 100 millones de euros en 2007 hoy este inmenso patrimonio apenas si vale ya la mitad de entonces. Esta depreciación, unida a unas deudas imposibles de pagar, han forzado la que se ha convertido en la única salida viable para la firma: su disolución.
Procórdoba se disolverá y no se liquidará por una cuestión: agilidad. Según consta en todos los informes que el lunes de Feria verán los consejeros de Procórdoba, si la firma decidiese acudir a la liquidación para hacer frente a sus deudas (y no cargar con ellas al Ayuntamiento) el proceso podría durar varios años. Los informes coinciden en que hoy por hoy es casi imposible vender a un precio razonable el patrimonio de Procórdoba. Por tanto, encontrar compradores y, sobre todo, dinero para sanear las deudas de la firma se antoja casi imposible. Por eso se opta por la disolución.
Ahora, todo el patrimonio y, por supuesto, todas las deudas de Procórdoba pasarán a manos del Ayuntamiento. También los trabajadores, salvo la directora técnica de la entidad, que ha pedido su regreso a la Gerencia Municipal de Urbanismo, donde trabajó antes. El Ayuntamiento, a su vez, tendrá que intentar liquidar lo antes posible las deudas que deja Procórdoba. En principio, tiene que levantar una póliza de crédito firmada con el BBVA y que cumple en julio. Aún quedan 16 millones de euros por pagar, aunque la cifra será menor ya que en los últimos meses Procórdoba ha conseguido que la Junta le pague tres millones (de los 3,6) que le debe, y que la Gerencia se comprometa a pagarle en los próximos diez años cerca de diez millones de euros por la construcción del Fondo Norte del Estadio del Arcángel.
Curiosamente, Procórdoba se disuelve en un año en el que ha tenido pérdidas (cierra con un remanente negativo de Tesorería de 4,2 millones el ejercicio de 2012), pero no es el que más pérdidas ha tenido. La empresa municipal de suelo cerró los ejercicios de 2007, 2008 y 2009 en números rojos. En 2008, el año del crack inmobiliario, se llegaron a registrar casi 11 millones de euros de pérdidas. Entonces, esas pérdidas se enjugaron en 2010 con la firma de la póliza de crédito que ahora condena a la entidad a su desaparición.
Desde 2007, la caída brutal de sus ingresos también ha sido determinante. Según consta en los informes (son 99 páginas), ese año Procórdoba logró ingresos por valor de 30 millones de euros. En 2008, la caída fue espectacular y los ingresos se redujeron a apenas 13 millones de euros (los gastos, entonces, eran de 15 millones de euros). Sin embargo, la anemia del sector inmobiliario cordobés hizo que los ingresos se hayan reducido hasta los 1,3 millones en 2011. Este año, los ingresos sí que han superado los cuatro millones de euros, gracias a que Procórdoba ha conseguido cobrar muchas de las deudas atrasadas.
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