La Caixa eleva a 283 los empleos facilitados a personas en riesgo de exclusión
Cinco entidades sociales son las encargadas de desarrollar el programa Incorpora en Córdoba
El programa de integración laboral de la Obra Social de La Caixa, Incorpora, ha facilitado 283 puestos de trabajo a personas vulnerables en Córdoba a lo largo de 2014, frente a los 161 de 2013. De los 283 empleos, 26 corresponden a personas con discapacidad y 257 a personas en riesgo o situación de exclusión.
Según una nota de prensa de la entidad financiera, esto ha sido posible gracias a la implicación de 104 empresas cordobesas en este proyecto de responsabilidad social corporativa y a la colaboración de cuatro entidades sociales (Fundación Proyecto Don Bosco, ADSAM, CIC-Batá, Cruz Roja y Encuentro en la Calle), que son las encargadas de desarrollar Incorpora en la provincia.
Esta consolidación del proyecto, incluso en la actual coyuntura económica, pone de manifiesto que, a través de este programa, las empresas encuentran una vía para contribuir a la mejora de su entorno más inmediato. Esto les permite, además, contribuir a paliar, en la medida de sus posibilidades, una de las problemáticas sociales que más preocupan a los ciudadanos: el paro.
En definitiva, Incorpora ofrece a las empresas un servicio gratuito de asesoramiento y acompañamiento en acciones de responsabilidad social corporativa, en este caso centradas en la integración laboral de personas en situación de vulnerabilidad.
El programa de integración laboral de la Obra Social “la Caixa”, en marcha desde 2006, se dirige prioritariamente a personas con discapacidad, parados de larga duración, exreclusos, inmigrantes, jóvenes en riesgo de exclusión y víctimas de la violencia de género, entre otros colectivos.
El objetivo principal de Incorpora es construir puentes entre las empresas y las entidades sociales que se dedican a la integración laboral para crear un clima de entendimiento entre ambas bandas que se traduzca en oportunidades para los más desfavorecidos como mecanismo para combatir su exclusión social.
Apuesta por la formación
En respuesta a la actual coyuntura, una de las líneas de actuación prioritarias de Incorpora este año es el impulso de acciones formativas para aumentar las oportunidades de acceso al mundo laboral de los usuarios del programa con menores posibilidades de encontrar un empleo.
Cada acción formativa tiene una duración de entre 250 y 300 horas, incluyendo prácticas no laborales en empresas. Dichas prácticas constituyen un recurso para que los empresarios desarrollen su responsabilidad social corporativa.
En esta línea, el principal objetivo del programa Incorpora de la Obra Social “la Caixa” es adaptar la oferta formativa a la demanda empresarial de cada zona, centrándose en los perfiles más demandados por los empresarios locales. Otra de las claves de estas acciones formativas es el empoderamiento de los participantes a lo largo de todo el proceso para reforzar su autoestima y autonomía, favoreciendo al mismo tiempo su corresponsabilidad.
Está previsto que este año 8.000 usuarios de Incorpora participen en acciones formativas repartidas por todas las comunidades autónomas.
Los técnicos de inserción, figura clave
La principal aportación de Incorpora es que plantea un concepto innovador de la integración laboral de personas en riesgo o situación de exclusión, ya que reúne en un mismo modelo la red de entidades sociales y la red solidaria de empresas en el marco de la responsabilidad social empresarial.
Esto no habría sido posible sin la contribución de los técnicos de inserción laboral, una figura clave de Incorpora. El programa de la Obra Social “la Caixa” cuenta con 13 de estos profesionales en Córdoba, cuyo papel de enlace es determinante en todos los procesos de integración laboral.
Entre las tareas del insertor destacan la prospección de empresas, el seguimiento del proceso de formación del beneficiario y el acompañamiento laboral de la persona insertada.
Cómo acceder al programa
Las personas interesadas en acogerse al programa pueden dirigirse a cualquiera de las entidades colaboradoras. Allí se les realizará una evaluación para conocer sus competencias y preferencias profesionales. A continuación, se le prepara un programa de formación y se les asigna un técnico de inserción que supervisa su proceso. La inserción de cada persona constituye, por tanto, un proceso personalizado que incluye actuaciones previas, simultáneas y posteriores a la contratación.
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