El Córdoba CF firma su peor racha sin victorias de la 'era Ania'
El empate sin goles ante la SD Eibar en El Arcángel ha dejado un poso amargo que va más allá del aburrimiento de un partido gris, espeso y marcado por la falta de ideras de los califas. El 0-0 no solo supone un nuevo tropiezo en casa, sino que certifica estadísticamente el momento más delicado del proyecto actual: el Córdoba CF ha firmado su peor racha sin victorias desde que Iván Ania asumió las riendas del banquillo califa. Con las tablas ante el conjunto armero, los blanquiverdes encadenan ya seis jornadas consecutivas sin conocer el triunfo, un registro inédito en las tres temporadas del preparador ovetense que enciende las luces de alerta en el seno de la entidad.
La caída de rendimiento es palpable desde que el equipo venciera al Ceuta el pasado 2 de noviembre (2-0) en El Arcángel, en un duelo resuelto con gran juego por parte de los califas y que suponía el séptimo partido consecutivo sin perder. Pero, desde aquel triunfo, que parecía impulsar al equipo hacia la zona noble, el Córdoba CF ha caído en picado, tanto en resultados como en rendimiento colectivo. El balance de este último mes y medio de competición es desolador: cuatro empates y dos derrotas. O lo que es lo mismo, el cuadro ribereño apenas ha sumado cuatro puntos de los últimos dieciocho posibles.
Esta dinámica ha acabado transformando al equipo. Si antes el Córdoba se caracterizaba por su alegría ofensiva y su capacidad de intimidación en El Arcángel, ahora se muestra como un conjunto previsible y plano, sin ideas ante los bloques bajos de los rivales y que comienza a preocupar. El empate ante el Eibar se suma a las igualadas a domicilio frente a Málaga, Granada y Leganés, y a las dolorosas derrotas en casa contra Deportivo y Cádiz. Un bagaje insuficiente que ha diluido el colchón clasificatorio y ha dejado al equipo sin argumentos ante rivales que, como sucedió este sábado, plantean partidos cerrados y broncos.
En tierra de nadie
Para entender la gravedad del bache hay que acudir a la hemeroteca. Hasta la fecha, el peor registro de Iván Ania al frente del Córdoba databa de la pasada temporada (2024-25), cuando el equipo sufrió un apagón de cinco jornadas sin ganar entre la fecha 13 y la 18. En aquel entonces, la mala racha se quedó en cinco partidos. Ahora, esa barrera se ha superado. El equipo se encuentra ahora mismo en una situación de bloqueo mental y futbolístico. El propio Iván Ania reconocía en sala de prensa que al equipo le faltó “fluidez” y “desborde” para superar el planteamiento defensivo del rival, un síntoma de que las ideas no fluyen con la misma frescura que antaño.
La consecuencia directa de esta crisis de resultados es la indefinición en la tabla. El Córdoba cierra el año en casa instalado en tierra de nadie, viendo cómo la zona de descenso se acerca a tres puntos y el play off se mantiene a cuatro -podría aumentar a cinco según los resultados-, pero con una tendencia claramente a la baja. Además, el dato es demoledor en el contexto de la categoría: el Córdoba es, junto al Andorra, el único equipo de Segunda División que no ha sido capaz de ganar en las últimas seis jornadas.
Con el motor atascado y la identidad diluida, el Córdoba necesita urgentemente un punto de inflexión. El último cartucho del 2025 se gastará a domicilio en Mendizorroza ante el Mirandés, una cita que ha pasado de ser una oportunidad para escalar posiciones a una obligación para frenar la sangría y evitar comerse las uvas con indigestión.
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